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Monte Albán avanza en accesibilidad para personas con discapacidad
La zona arqueológica de Monte Albán, en Oaxaca, se está transformando para ser más inclusiva. Reconocida como uno de los primeros centros urbanos de Mesoamérica, esta antigua ciudad zapoteca ahora se adapta para que personas con discapacidad motriz, visual y auditiva puedan conocer sus imponentes vestigios. Esta iniciativa, promovida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), coincide con la conmemoración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, el 3 de diciembre.
Uno de los avances más notables es la capacitación de guías turísticos, quienes no solo tienen conocimientos en arqueología, sino que también han sido sensibilizados para trabajar con visitantes con discapacidad. Por ejemplo, Betsabeth Méndez, una joven de 37 años con discapacidad auditiva, pudo realizar un recorrido en lengua de señas mexicana, guiada por Jesús Juárez, un guía educativo de la zona. "Todo es hermoso, me gustó mucho para aprender, es impresionante", expresó Betsabeth, quien es la primera vez que visita el sitio.
Para las personas con discapacidad visual, la experiencia también ha sido transformadora. Guías capacitados les piden que palpen los cimientos de antiguos templos, lo que les permite construir una representación espacial del complejo arquitectónico. Edgar Cruz, coordinador del Centro de Rehabilitación para Ciegos de Oaxaca, compartió su experiencia: "Nos supieron adecuar las palabras para que nuestra mente tuviera referencias".
Además de los recorridos guiados, se han colocado maquetas táctiles diseñadas por alumnos de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca. Estas maquetas, con relieves y texturas, están destinadas a ayudar a las personas con discapacidad visual a conocer los templos y otras estructuras del sitio. Las maquetas permiten que los visitantes puedan sentir las formas y dimensiones de las construcciones que han perdurado por más de dos mil años.
Aunque se han logrado importantes avances, los responsables del sitio, como David Andrade, subdirector de Monte Albán, reconocen que aún queda trabajo por hacer. "Hace falta tener letreros en braille, maquetas táctiles y audioguías", comentó Andrade, destacando que la accesibilidad total aún está en proceso.
Las autoridades del INAH están comprometidas con hacer más accesibles no solo INAH sino también otras zonas arqueológicas del país. Con estas iniciativas, buscan garantizar que más personas, independientemente de sus capacidades físicas, puedan disfrutar y aprender sobre las civilizaciones que habitaron estas tierras. (LV)