Como todos ustedes saben, la Cámara de Diputados, la Cámara de Senadores, así como la mayoría de los Congresos locales, están aprobando casi la totalidad de las veinte reformas que el presidente de México mandó al Poder Legislativo desde febrero de este año y que quedaron en pausa debido a que había bastantes mexicanos que se pronunciaron en contra de ellas, por el daño que generarán a la vida pública del país.

Sin embargo, a unos días de que termine su sexenio, el presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó a los diputados y senadores de Morena, y sus aliados, que pusieran en marcha el plan de aprobación de las reformas a la Constitución Mexicana, mismas que le darán al partido de Morena un poder dictatorial, pero debidamente legalizado.

Las veinte reformas involucran modificaciones a 53 artículos de la Constitución Mexicana lo que implica que es el mayor cambio en toda la historia de nuestra Carta Magna. La revista buzos de la noticia esta semana publica un texto llamado “Las 20 reformas de AMLO: más daños que beneficios sociales” en el que, de acuerdo con el análisis de varios abogados y especialistas, implicaría varios problemas que describo a continuación:

Se propone la militarización desde la Constitución, porque las reformas piden que la Guardia Nacional quede bajo el mando de la Secretaría de la Defensa Nacional, a la que, desde este sexenio, se le ha dado un poder extraordinario que no solo tiene que ver con la seguridad nacional, sino con el control de otras acciones que antes no eran de su competencia. Se termina de militarizar al país y se vuelve más poderoso al Ejército; sin embargo, la inseguridad, los crímenes y las matanzas se incrementan todos los días en el país.

Se propone la concentración del Poder Ejecutivo, porque los ministros de la Suprema Corte y de otras autoridades judiciales serán elegidos por voto popular. El vocero nacional de Antorcha, Homero Aguirre, en un artículo reciente, dice: “Hay quienes se conforman e incluso se animan con el discurso oficial que pregona que, ahora sí, será ‘el pueblo’ el que imparta justicia verdadera, imparcial, pronta y expedita; que por fin habrá independencia de poderes y los jueces solo obedecerán a sus electores y no al presidente de la República ni a otros patrocinadores, como ocurría antes. Pero la verdad es muy distinta, nos encaminamos al fortalecimiento del presidente de la República como poder único, lo que multiplicará los abusos de poder y aumentará la indefensión de quienes no ven en la 4T otra cosa que un engaño tramado a muy alto nivel del mundo para engañar y mediatizar al pueblo de México, y someter a quien pretenda encabezar otra alternativa de gobierno. (…) Una vez aprobada la reforma, Morena dominará el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, lo que significa anular totalmente la división de poderes”.

En tercer lugar, se propone con las reformas que se pueda encarcelar sin pruebas y ampliar los delitos que implican prisión preventiva automática. ¿Quiénes serán los perjudicados con estos cambios? Los opositores de Morena, es decir, los opositores del poder presidencial de Morena.

Finalmente, aunque no se logró su cometido todavía debido a la polémica que generó, varias de las reformas proponían favorecer al partido que gobierna con la eliminación de 200 diputados y 32 senadores plurinominales, así como cambios drásticos en el Instituto Nacional Electoral, para beneficiar al partido en la presidencia, y reducir el dinero que se le da a todos los partidos políticos, con lo que los ganadores, los que sí tendrían dinero y de sobra, sería Morena y sus aliados.

Andrés Manuel López Obrador logró concentrar, con cambios a la Constitución Mexicana, todo el poder político en un solo grupo político. Antes de las reformas, las leyes de la democracia burguesa mexicana obligaban a la división de los poderes: el Ejecutivo por un lado, el Legislativo por otro lado y el Judicial, en otro sentido. Es decir, legalmente ningún partido podía dominar todo el poder del país. Ahora, con la aprobación de las reformas, todos los poderes serán concentrados por un solo partido, es decir, por Morena. Si se aprueban todas las reformas, se aumentará el poder dictatorial del presidente y aumentará la indefensión de la gente, cualquiera que sea su ocupación, y de los dirigentes políticos opositores a Morena.

Esto implicará más abusos, más cárcel, más represión contra la oposición y todo estará permitido por la Constitución Mexicana. ¿Qué tarea nos queda a nosotros? A la verdadera oposición le queda organizar y educar al pueblo pobre de México, porque solo la fuerza del pueblo podrá frenar los abusos de Morena en el poder.