La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró al Bolero como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por ser “una parte indispensable de la canción sentimental latinoamericana” y por ser una tradición que “se transmite de padres a hijos”.

Fue hoy 5 de diciembre, durante la decimoctava sesión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial llevada a cabo en la República de Botsuana que la institución dio a conocer su decisión, impulsada por el gobierno mexicano y el cubano.

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Nueva inscripción en la lista del #PatrimonioInmaterial: Bolero: identidad, emoción y poesía hecho canción, en #Cuba  y #México 

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— UNESCO en español #Educación #Ciencia #Cultura (@UNESCO_es) December 5, 2023

“[El bolero] Combina el lenguaje utilizado en la poesía europea con los ritmos africanos de los pueblos esclavizados y los sentimientos de los pueblos originarios de América”, se lee en la información compartida por la organización mundial en su página web sobre la nueva designación del estilo musical.

Cabe mencionar que el bolero, como ritmo y género, fue considerado en México como patrimonio cultural inmaterial del país desde el 2018; en Cuba se reconoció bajo el mismo título desde el pasado 2021.

Bolero en México, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

Con origen en el país insular, el primer bolero del que se tiene registro sonoro y textual es “Tristezas”, escrito en partituras por el cubano José Pepe Sánchez en Santiago de Cuba en 1883, dando también inicio al acompañamiento clásico del género basado en guitarras y percusiones.

El género se nutrió al pasar de los años y durante las primeras décadas del siglo XX, debido a la cercanía geográfica y las similitudes sociales y culturales, el bolero migró a tierras mexicanas, especialmente en la península de Yucatán donde vieron la luz los primeros boleros mexicanos.

En nuestro país destacan nombres como Agustín Lara, Consuelo Velázquez y Roberto Cantoral en la composición de boleros, siendo los más representativos de ellos “María Bonita”, “Bésame Mucho” y “La Barca”, respectivamente.

En la última década, el género ha pasado por una nueva ola llamada “Bolero Glam”, donde compositores mexicanos contemporáneos han revisitado el género, actualizando algunas temáticas de las canciones a los contextos sociales actuales sin perder la visión romántica del mismo.