Padre e hijo apodados “El Popeye” y “El Pato”, se han convertido en el terror de los pobladores de juntas auxiliares como La Resurrección, San Miguel Canoa, Santa María Xonacatepec y San Miguel Espejo, pertenecientes al municipio de Puebla, donde se le atribuye cobro de derecho de piso, y otros delitos como el narcomenudeo, el robo de combustible, extorsión, secuestro y despojo.

Debido a ello, la semana pasada autoridades de los tres niveles implementaron diversos operativos y revisiones que además de inhibir delitos como los anteriores, buscan dar con el paradero de dichos delincuentes.

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Fuentes policiacas revelaron que dichos personajes cuentan con órdenes de aprehensión vigentes, pero aún pendientes por cumplimentar e incluso se presume que están relacionados con varios homicidios y ejecuciones en la zona derivada de la disputa por la plaza pues buscan ser los únicos líderes delincuenciales en dichos puntos de la ciudad.

Entre los crímenes a los que se les vincula a “El Popeye” y “El Pato” se encuentra la privación ilegal de la libertad de quien en noviembre de 2020 fuera el juez de paz Bernardo Mateo, quien a decir de las fuentes fue liberado golpeado tras el pago de 50 mil pesos en efectivo; por miedo, la víctima se negó a denunciar los hechos.

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También se les atribuye el asesinato de Gelasio de 47 años de edad, encargado de los campos deportivos de La Resurrección, quien el 19 de junio de 2022 fue levantado y después encontrado muerto, con huellas de tortura y un balazo en la cabeza.

Lo anterior con la supuesta finalidad de apoderarse de las canchas de fútbol y ahí expandir la comercialización de estupefacientes.

Otro de los crímenes que pesarían sobre “El Popeye” y “El Pato” es un ataque armado contra una familia en una vivienda de la calle Lázaro Cárdenas y Carmen Serdán, también en La Resurrección. A pesar de que los moradores se defendieron, tres murieron.

A estos dos sujetos junto con sus cómplices también se les señala de apropiarse de diversos inmuebles a cuyos dueños les hace un ofrecimiento de compra bajo cantidades mínimas y en caso de no acceder, los amenaza o ataca para de una u otra forma apoderarse de los predios que él desea. 

Los pobladores esperan que pronto estos sujetos sean capturados y con ello regrese la tranquilidad a la zona donde también “El Popeye” sería dueño de un negocio de memelas y otro de micheladas, revelaron las fuentes consultadas.