Un juzgado federal suspendió provisionalmente la impresión de los libros de texto gratuitos destinados al ciclo escolar 2023-2024. Lo anterior luego de que la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) interpusiera una demanda de amparo en contra de los materiales educativos

Yadira Medina Alcántara, juzgadora del Juzgado Tercero de Distrito en Materia Administrativa de la Ciudad de México, aceptó el amparo desde el pasado 12 de mayo, fecha desde la que dio un plazo de 15 días para que la Secretaría de Educación Pública (SEP) hiciera entrega de un informe en el que detalle el proceso de creación de los libros, además de citar a audiencia para el 12 de junio.

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Más adelante, el jueves 18 de mayo, la jueza Medina Alcántara concedió la suspensión provisional.

¿Qué libros de SEP se dejaron de imprimir?

La UNPF fue la encargada de interponer el amparo en contra de la “autorización de imprimir los libros de texto gratuitos para el ciclo escolar 2023-2024, de educación básica”, como indica la información del portal del Consejo de la Judicatura Federal (CJF).

Los materiales que dejaron de imprimirse son cinco libros de primer grado de primaria; cinco de segundo; dos de tercer año, y dos de cuarto grado de primaria que, de acuerdo con la asociación, incumplen con los planes y programas de estudio vigentes y con el procedimiento previsto para su emisión.

La UNPF aplaudió a través de un comunicado el fallo del Poder Judicial y extendió la invitación para que otras organizaciones civiles se unan a la lucha que –argumentaron– es en defensa de la educación.

“Celebramos que el acuerdo que resolvió nuestra petición de suspensión provisional en el amparo que iniciamos refleja que la juez ajustó su determinación y la fundó en las leyes vigentes”, indicó la asociación.

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La Unión Nacional de Padres de Familia hizo hincapié en que el amparo se presentó con el objetivo de detener la impresión y distribución de los libros de texto para primaria y secundaria debido a que, consideran, “están siendo elaborados al margen de la ley y a espaldas de los mexicanos; no están basados en planes o programas de estudio, y por ello ponen en riesgo la calidad educativa que recibirán millones de niños mexicanos a partir del próximo año escolar”, expusieron.