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Alerta en costa del Pacífico por Huracán Bonnie, de categoría 3
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informó que el huracán Bonnie se intensificó a categoría 3 en la escala Saffir-Simpson sobre el Océano Pacífico, por lo que se prevén fuertes lluvias a lo largo de su trayectoria en paralelo a las costas de México.
Bonnie ocasionará fuertes rachas de viento de 60 a 70 km/h y oleaje elevado de 2 a 4 metros de altura en las costas de Colima, Guerrero, Jalisco y Michoacán; así como lluvias intensas de 75 a 150 milímetros en Guanajuato.
Además, en interacción con canales de baja presión, reforzará la probabilidad de lluvias fuertes a muy fuertes sobre el centro y sur del país.
El SMN alertó que las precipitaciones podrían generar un incremento en los niveles de ríos y arroyos, por lo que prevén deslaves e inundaciones en zonas bajas de Colima, Guerrero, Jalisco y Michoacán.
#AvisoMeteorológico #Bonnie evolucionó a #Huracán categoría 3. Más información en https://t.co/VVYNAjY7Uo pic.twitter.com/wkf6UkUnCr
— CONAGUA Clima (@conagua_clima) July 5, 2022
El centro del ciclón se localiza frente a las costas de Michoacán, este se desplaza a 22 kilómetros por hora hacia el oeste y se espera que su velocidad disminuya en los próximos días.
A las 10 horas, el huracán se encontraba a 350 kilómetros al sur-suroeste de Punta San Telmo, Michoacán, y a 400 kilómetros al suroeste de Zihuatanejo, Guerrero.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos explicó que, en la trayectoria pronosticada, se espera que el núcleo de Bonnie se mueva paralelo, pero permanezca al sur de la costa del suroeste de México en la actualidad.
El #Huracán #Bonnie se ha intensificado a categoría 3
— Protección Civil México (@CNPC_MX) July 5, 2022
A 400 km al suroeste de #Zihuatanejo, #Guerrero y 350 km al sur-suroeste de Punta San Telmo, #Michoacán
#Vientos máximos sostenidos de 185 km/h y rachas de 220 km/h
Desplazamiento hacia el oeste a 22 km/h pic.twitter.com/J0tmO8KuMd
Por su paso en Centroamérica, el huracán dejó hasta el domingo al menos tres muertos en Nicaragua y El Salvador, así como cientos de desplazados por el desbordamiento de ríos, viviendas inundadas y caída de árboles.