El Congreso, carpa de Rafael Moreno Valle

  • Manola Álvarez S.

Con absoluto menosprecio a la opinión pública y por ende a la inteligencia de los poblanos, el gobernador declaró: “El Congreso local tiene asegurada su autonomía, pues los diputados locales cuentan con la experiencia necesaria para hacer valer sus facultades como un órgano de poder. Yo seré siempre respetuoso de las decisiones del Congreso del estado, es un orden distinto, es un poder autónomo”.

Estos conceptos corresponden al deber ser de la separación de poderes establecido en la Constitución, pero no tienen nada que ver con la actuación del mandatario estatal en su relación con el poder Legislativo.

Por lo que se refiere a la actual Legislatura su intervención ha sido más que evidente. Mandó a los miembros de su gabinete a competir por diputaciones de mayoría y puso a su cuñado y a su primo como diputados plurinominales.

Una vez que Fernando Manzanilla por dignidad renunció al cargo haciendo su carta del conocimiento público, llamaron a su suplente que era nada menos que Eukid Castañón, el Contralor del Estado y abierto operador político de Moreno Valle. Le otorgaron la Presidencia de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, a pesar de no tener la formación jurídica  necesaria ya que se trata de un administrador de empresas egresado de la UDLA. Y además se le designa como integrante de varias comisiones importantes, entre ellas secretario de la de Presupuesto y Crédito Público. Desde luego le ordenan cambiarse de partido y aunque fue postulado por Compromiso por Puebla, decide  intempestivamente adicionarse a la fracción panista.

Así, en caso de que regrese a la administración pública, el lugar será ocupado por un miembro de su nuevo partido. Y para taparle el ojo al macho, el ex dirigente panista Carlos Mondragón, su compañero, presenta un juicio por la protección de derechos políticos electorales inconformándose contra la llegada de Castañón al Congreso; el argumento: inelegibilidad por no haber renunciado con 90 días de antelación a la elección. De una u otra forma el nuevo diputado sería afín al mandatario o, si se oye mejor, del mismo partido. Y ellos suponen que los ciudadanos nos lo creemos...

Mandó a la ex contralora y ex priista Patricia Leal Islas a la Comisión Inspectora, para que continúe con su misma función y siga a sus órdenes. Igual que Jorge Aguilar Chedraui ahora flamante presidente de la Comisión de Salud. A Susana Riestra, hermana de sus amigos y colaboradores e hija de un priista encargado de las relaciones públicas gubernamentales, le otorgó la presidencia de la Comisión de Cultura,

Como ahora con sus diputados manipulados le darán los votos necesarios para tener una mayoría absoluta que le permita modificar la Constitución, veremos igual que el trienio anterior iniciativas del Ejecutivo aprobadas sin discusión y en forma inmediata. Sólo los priistas podrán rescatar la dignidad del Congreso, expresando en los debates argumentos jurídicos y políticos sólidos y bien fundamentados.

Con la proximidad del 97 aniversario de la promulgación de la Constitución Política de México, no puedo menos que recordar lo que mi padre, José Álvarez y Álvarez de la Cadena, expresó en  su libro “Justicia Social Anhelo de México”, sobre sus compañeros diputados constituyentes:

“Al  hacer la síntesis histórica del Congreso Constituyente de 1917, se alborota el polvoso rincón de nuestros viejos recuerdos. Nos parece ser llamados de nuevo a aquella ciudad limpia y risueña que fue tumba de un imperio y cuna de los ideales nuevos convertidos en leyes.

“En el Teatro de la República (Querétaro), recordamos la bulliciosa reunión de los Constituyentes en su constante trabajo de enjambre rumoroso y nos parece volver a ver al grupo respetable de inteligentes, cultos y ponderados compañeros a quienes la inquietud picante de la entonces juventud revolucionaria apodó ’el Apostolado’ y los que duchos en las lides parlamentarias, veían con piadosa sonrisa a los entonces inexpertos jacobinos que con su indisciplina y sus divisiones se dejaban ganar las votaciones a pesar de contar con el doble de adeptos.

“¡Qué anhelo tan grande de trabajo hubo durante la gestión de nuestra Carta Política! Jamás se suspendía una sesión por falta de quórum, había dos diarias y ocasionalmente hasta tres. Había además fuera de Cámara la reunión de las comisiones encargadas de formar los proyectos de las disposiciones que no venían en el proyecto original

“Que ausencia total de interés monetario egoísta en todo aquel ambiente. Vivíamos humilde pero decorosamente, sin pensar en los ‘riesgos parlamentarios’, ni en las gratificaciones de fin de labores.

“Que noble y que grande vemos ahora la majestuosa figura del señor Carranza. Respetó con dignidad la libertad de las deliberaciones de los diputados constituyentes. Fue como un faro luminoso que se levantó enhiesto para protestar democráticamente el cumplimiento de la Constitución, a pesar de que su proyecto original había sido reformado tan profunda y radicalmente” (de un proyecto de reformas a la Constitución de 1857 a una nueva Constitución que incluía los derechos sociales).

La diferencia con la actitud de los diputados poblanos  y su relación con el gobernador queda lamentable y vergonzosamente clara.

Por otra parte recuerdo a Don Gilberto Bosques Saldivar, diputado de la Constitución de Puebla, diplomático reconocido en el mundo por haber salvado de la muerte a 40 mil perseguidos de los nazis. Al invitarlo a develar su nombre en el Congreso del Estado de Puebla, me dijo: “Manola (era tío político de mi esposo), dime si en el Congreso hay dignidad, porque de lo contrario prefiero no estar en sus muros”. Nunca imaginé que se convertiría en la carpa de los títeres del gobernador, por lo que le debo una disculpa a Don Gilberto.

alvarezenriqueta@hotmail.com

 

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Manola Álvarez S.

Licenciada en Derecho y en Ciencias Diplomáticas UNAM. Catedrática en la UNAM y en la UDLAP. Diputada en la L Legislatura del estado de Puebla.
Escritora y periodista.