La baja en la actividad económica del estado se traduce en un deterioro de su competitividad, así como en menos ingresos para empresas, comercios y el campo, lo que afecta la estabilidad financiera de quienes están empleados en esos sectores.

Con datos del INEGI, la organización estableció una meta de crecimiento trimestral del 4.5 por ciento, pero Puebla se ubicó en un 2.9 por ciento, por lo que no cumplió con alcanzar ese indicador.

Para calcular la cifra se estima el valor de todo lo que se produjo en el periodo de referencia y se compara con la cifra registrada en el mismo lapso del año anterior.

Puebla, entre las entidades con el crecimiento más pobre

De acuerdo con los datos presentados, el crecimiento económico del estado durante el segundo trimestre del año, fue del 2.9 por ciento, mientras que en el mismo lapso de 2017, se ubicó en 7.8 por ciento. La diferencia es de 4.9 puntos que equivalen a un 62 por ciento.

 Según la clasificación del observatorio, el crecimiento que el estado registró, se coloca en un semáforo “naranja”, lo que significa que no alcanzó la meta de crecimiento deseado, y que además pertenece a las entidades con menor desarrollo.

En el ranking nacional, Puebla ocupa la onceava posición, con el indicador más bajo, el cual se equiparó al que reportó Yucatán, que también se ubicó en 2.9 por ciento.

Antes de la entidad poblana, se ubicaron Zacatecas (2.7%), Nuevo León (2.4%), la Ciudad de México (2.2%), Oaxaca (1.6%), Nayarit (1.3%),Tamaulipas (1.3%), Guanajuato (1%), Tlaxcala (0.9%) y Sonora (0.9%).

En cambio, Baja California Sur, San Luis Potosí y Jalisco, que son las tres entidades con los crecimientos más altos, alcanzaron un 21.4, 8.4 y 5.4 por ciento, respectivamente.

A nivel nacional, el porcentaje de crecimiento fue del 2.1 por ciento, cifra que Puebla rebasó, aunque con un margen mínimo.

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