Crystal Bassette dio un cambió a su vida, ya que por alrededor de 10 años fue actriz porno; pero ahora es ministra religiosa tras tener un encuentro con Dios.

La mujer ya no anda en autos lujosos y mansiones impresionantes en Hollywood, ahora es una mujer casada, es madre de dos hijos y es ministra de su propia iglesia en Nueva York junto a su esposo.

La ex actriz de la industria pornográfica, que era conocida como Nadia Hilton, participó en al menos 100 películas para adultos y cada mes ganaba unos 30 mil dólares, lo que le permitía tener una cómoda vida.

A los 16 años, la mujer quedó embarazada y tuvo que luchar sola para salir adelante. Dejó Carolina del Norte para irse a vivir a Hollywood, en donde comenzó sus días como modelo y a actuar en un club nocturno, donde un productor de cine porno la vio y le ofreció incursionar en la industria de la pornografía, en donde sus ingresos eran de 30 mil dólares al mes.

El inicio fue difícil para Crystal, ya que pasó horas llorando luego de su primer rodaje y por un mes no volvió a hacerlo.

Pero ante la necesidad económica, recurrió al alcohol y a las pastillas para pasar el momento y grabar las escenas.

"Llevaba a mi hija al colegio por la mañana, iba, grababa y volvía con ella a casa. Era un trabajo regular, de 9 a 5", contó la mujer.

"Después de leer la Biblia, supe que estaba hechizada por el espíritu de Jezabel", relató Bassette, quien recuerda su pasado reciente: "Me convertí en un objeto. No podía salir de mi casa sin mostrarme salvaje, con tacos altos o una camisa sugerente. Tenía que mostrarme todo el tiempo como un símbolo sexual".

Pero desde hace tres años dejó el cine porno para centrarse en sus hijos y en David, su esposo.

“Sabía sobre mi pasado porque mi hija iba a su congregación. David es la clase de persona que cree que tu pasado es tu pasado. No puedes estar mirando para atrás”, cuenta la mujer.

“Me gustaría que la gente sepa que Dios puede perdonar, no importa cómo sea tu pasado. Quiero que la gente vuelva a Cristo a través de sus relaciones y sus experiencias”, testifica desde el púlpito de su capilla en Nueva York.

“Mi pasado me hizo lo que soy hoy y Dios cambió mi vida completamente”, concluyó.

Información y fotos tomadas de Infobae

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