Gustavo Castillo García / La Jornada
A partir de octubre de 2020, el control operativo de la Guardia Nacional (GN) pasó exclusivamente a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y desde noviembre los agentes de esa corporación ya operan de “forma conjunta” con el Ejército, bajo la coordinación de los comandantes de la cada región militar. Con estas adecuaciones, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) únicamente mantiene atribuciones administrativas sobre la GN.
Así quedó precisado en un oficio firmado por el general Cresencio Sandoval González, titular de la Sedena, de fecha 8 de octubre de 2020 y del cual posee copia La Jornada. El documento entregado a los miembros del Gabinete de Seguridad refiere: “El Presidente de la República autorizó la totalidad de las propuestas para el control operativo de la GN”.
El pasado 15 de junio el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que entre este año y 2023 enviará al Congreso una iniciativa para transferir la Guardia Nacional a la Sedena.
En los hechos, ya depende de la institución castrense, aunque funcionarios del Gabinete de Seguridad aseguraron que estas acciones respetan la actual norma que rige la GN.
Así, en los próximos tres años la corporación se mantendrá como un organismo híbrido, civil-militar, y de aprobarse la reforma constitucional anunciada por el presidente López Obrador, al cumplirse el plazo de cinco años establecido para su consolidación (marzo de 2024), se conformará sólo con personal seleccionado, capacitado y dependiente de la Sedena, y su manejo administrativo también estará en manos de esa institución, según revelaron.
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Inconsistencias
Entre las inconsistencias que detectó la Sedena en la operación de la GN está que a pesar de mencionarse que tiene una capacidad de despliegue de 99 mil 76 elementos, en realidad “27 mil 49 elementos de la extinta Policía Federal (es una) fuerza que no se integra a las coordinaciones regionales, ni se subordina a los coordinadores estatales”.
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