En el ejercicio básico que debemos hacer periodistas y consultores figura el poder escuchar la opinión, el sentir de la gente; no de partidos, ni de colores, gobiernos o coaliciones, sino de aquellos que distantes de la política la observan y sólo participan en ella, a la hora de sufragar.

El termómetro social es sin duda, el mejor reflejo de lo que siente una sociedad que es rehén de campañas, candidatos, propaganda y medios de comunicación.

Maribel es veterinaria de profesión, no milita en ningún partido y tampoco simpatiza con alguna corriente partidista. Podríamos decir que ésta profesionista forma parte de ese voto switcher de indecisos, que reflexionan, analizan y en muchas ocasiones definen su voto la noche anterior a los comicios.

Maribel decidió de manera tajante que no votará el próximo 7 de julio, y no lo hará pues asegura sentirse traicionada, defraudada y enojada no sólo con los políticos, sino con una sociedad poblana a la que faltan agallas para tomar decisiones y darles lecciones a los políticos.

Como muchos poblanos, Maribel narra que en las elecciones del 2009 estaba indignada con aquel escándalo marinista y el famoso “Gober Precioso”.

Después de mucho pensarlo, leer y mirar de cerca la corrupción de funcionarios de la Secretaría de Salud, decidió darle la oportunidad a un priísta convertido en panista que le inspiró confianza por su discurso y la promesa de inclusión.

A 4 años de esa campaña, la veterinaria lo dice sin temor alguno: “Me equivoqué, este gobierno aunque diferente en su forma de proyectar desarrollo para Puebla, es autoritario y está muy lejos de nosotros los ciudadanos. Están enfermos de poder, se les nota al hablar, al caminar, al manotear”.

Llegaron las elecciones federales y Maribel nuevamente inmersa en la camada del voto switcher  volvió a valorar esas opciones pero ahora para la Presidencia de la República.

Indecisa le otorgó su voto al hoy mandatario Enrique Peña Nieto.  A casi un año del arribo del nuevo gobierno federal, la veterinaria sostiene tajante: “Me volví a equivocar”…..Corrupción, dádivas, abuso de poder  y protección a otros hampones que son igual de corruptos que la odiada Elba Esther Gordillo”.

Hoy en la víspera de una elección municipal, Maribel define a los dos principales candidatos de acuerdo a esa percepción personal que cada ciudadano forja con o sin ayuda de todo el bombardeo propagandístico y publicitario.

La veterinaria lo dijo de manera tajante…..No votará el próximo 7 de julio, y no lo hará porque simplemente no confía en ningún candidato.

De acuerdo a su visión ciudadana, al candidato Agüera lo escucha inseguro y al candidato Gali lo visualiza como una mala copia del gobernador.

Esta vez Maribel no necesita de más tiempo, lo tiene definido: “No votaré, consciente de que quien gane no llenará mis expectativas, pero también es un hecho, que como ciudadana me encuentro envuelta en la desconfianza y falta de credibilidad en los gobiernos, no importa el nivel, lo real y trágico es que como parte de esta sociedad tenga que tomar una decisión drástica y poco convencional pero a final de cuentas es mi decisión”.

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