Con una mano en alto, con la que sostienen un diario enrollado, los apasionados y fanáticos corredores saludan a su Santo Patrono y le claman les cobije con su protección durante el recorrido
La lluvia y sus consecuencias aumentan notablemente las precauciones y cuidados de los corredores y al mismo tiempo, los pisos muy mojados disminuyen el número de participantes