Los Complejos Regionales de la BUAP

  • Guadalupe Grajales
La extensión y difusión de la cultura, actividad sustantiva a cargo del aparato administrativo

A pesar de que el Artículo 23 del Estatuto Orgánico de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla señala que “La función educativa, en sus distintos niveles y modalidades, estará encomendada a las unidades académicas, que son las encargadas de realizar las funciones de docencia, de investigación y de extensión y difusión de cultura”, el Eje 2 “Corresponsabilidad social y solidaria” del Plan General de Desarrollo, llamado PDI, de la BUAP y su “equipo líder”, la Vicerrectoría de Extensión y Difusión de la Cultura, pretenden suplantar esta función sustantiva de las unidades académicas.

El instrumento para lograrlo es la creación de lo que han denominado ‘Red de Centros ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) 2030 de Estudios e Innovación para el Desarrollo Local (CEIDL-2030)’ “que gestione proyectos de desarrollo regional, provea servicios educativos de ciclo corto, de vinculación y extensión a través de los Complejos Regionales y programas universitarios al interior del estado”

Este eje se asigna tareas “con una triple dimensión:

“La protección ambiental, el desarrollo económico y el desarrollo social y cultural, buscando un mayor impacto del proceso formativo, la investigación científica y el extensionismo universitario, tanto en su dimensión cultural, como en la de apropiación social del conocimiento y la innovación generada y transferida.”

En suma, esta vicerrectoría es el canal cristalizador de las tareas de las otras dos; la de docencia y la de investigación, y el crisol de estas realizaciones son los Complejos Regionales.

Así nos lo hacen saber:

“La presencia de nuestra máxima casa de estudios en las distintas regiones del estado a través de los cinco Complejos Regionales y las unidades de vinculación que los integran, nos ofrece el privilegio y la oportunidad de avanzar en esos propósitos con una acción académica pertinente y de calidad, con mejores servicios y proyectos”.

De hecho, no hay tarea a emprender por parte de esta vicerrectoría que no se asiente en el interior del estado y no esté ligada a esas unidades académicas: “El museo Carolino es un espacio que puede cumplir esa función de vinculación con la sociedad, misma que proponemos compartir con otras áreas del gobierno municipal de Puebla y de los ayuntamientos de regiones donde se asientan los Complejos Regionales.”

“El fractal que representa el Centro Histórico de Puebla respecto a otros nodos patrimoniales de orden regional donde tenemos presencia a través de los Complejos Regionales y sus sedes, constituyen una oportunidad de extensión y reproducción a escala local del proyecto, que impacte desde la cultura, el arte y la innovación en el desarrollo local y regional del estado”. Busqué lo que significa ‘fractal’: “un fractal es un objeto geométrico cuya estructura básica, fragmentada o aparentemente irregular, se repite a diferentes escalas.” Digamos que la metáfora empleada tiene tintes físicos o matemáticos. Se vieron inspirados…

Como ustedes saben, la vicerrectoría es de extensión y difusión de la cultura, pero esta última brilla por su ausencia en las metas propuestas. Hay una sola mención de ella y eso de manera supletoria:

Mejoramiento de la calidad de vida en todas sus dimensiones, incluyendo la cultura como medio para cultivar el espíritu y los valores”; y otra vez, para confirmar la verdadera vocación de la vicerrectoría de extensión señala este objetivo: “Promoción de la multiculturalidad e interculturalidad, con el propósito de incidir de manera más efectiva en el desarrollo de las comunidades en las que se encuentran las sedes regionales universitarias.”

Pero quisiera llamar su atención respecto al alcance y afectación de estos proyectos de la vicerrectoría de extensión en los Complejos Regionales: “Aspiramos a que los estudiantes que se forman en la BUAP apliquen sus conocimientos creativos e innovadores en las comunidades interesadas o establecidas por las autoridades municipales, … para atender las problemáticas de forma interdisciplinaria, tanto a través de los programas de estudio como de la aplicación de conocimiento.” ¿Ahora van a diseñar planes de estudios regionales?

Sabemos que los Complejos Regionales son unidades académicas sui generis, por calificarlas de algún modo, pues no sólo ofrecen estudios de distintos niveles: medio superior y superior, sino que además ofrecen carreras de distintas áreas del conocimiento: pueden tener una licenciatura en derecho, una en enfermería, una en arquitectura, una en comunicación, etc.

Por otra parte, también señalan como objetivo “Fortalecer la formación integral y disciplinaria de los estudiantes en contextos reales.” Para esto proponen desarrollar “programas de servicio social interdisciplinario, con participación tanto de alumnos como de profesores investigadores” “mediante proyectos que representen un aprendizaje situado en contexto laboral real, con acreditaciones o certificaciones oficiales”.

En pocas palabras, los alumnos tendrán que hacer su servicio social y su práctica profesional en el lugar que la vicerrectoría de extensión les asigne.

Pero lo más preocupante de todo es que estos complejos regionales se van a convertir en centros de servicios educativos de ciclo corto, esto es, en otros tantos tecnológicos aparte de los cientos con los que ya cuenta el estado de Puebla. De estudios universitarios no les va a quedar nada.

Nada más pienso en los estudiantes que presentan su examen de admisión con la esperanza de entrar a estudiar en la ciudad de Puebla y que si el puntaje no les da, pues tienen que estudiar en otra sede de la universidad. Ahora ni siquiera esa subsede les va a ofrecer lo que están buscando: una genuina carrera universitaria.

¿No les parece a ustedes de la mayor importancia que la Universidad trate con mayor respeto a estas y estos jóvenes que buscan en la educación superior un modo de vida honesto acorde a sus intereses e ideales?

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Guadalupe Grajales

Licenciada en Filosofía por la UAP con Maestría en Filosofía (UNAM) y Maestría en Ciencias del Lenguaje (UAP). Candidata a doctora en Filosofía (UNAM). Ha sido coordinadora del Colegio de Filosofía y el posgrado en Ciencias del Lenguaje (BUAP), donde se desempeña como docente. Es la primera mujer en asumir la Secretaría General de la BUAP.