Inconsciente colectivo en la política

  • Ivanna Torrico Escobar
Los arquetipos nos ayudan a entender las relaciones políticas de hoy y de nosotros mismos

Experiencia, empatía, carácter, logros, unión, valor, pasión, oportunidad, confianza, yo soy el pueblo, yo soy el cambio, patria o muerte, patria o vida, banderas, colores, gestos, puños, son algunos de los símbolos y arquetipos que nos hacen decidir por uno u otro candidato, por uno u otro destino, es lo que la gente está buscando en su subconsciente.

Construir la imagen de un candidato político con base en estos elementos nos ayuda a conectar con el ciudadano día a día.

El arquetipo según Carl Gustav Jung sirve para explicar la construcción del inconsciente colectivo: el conjunto de símbolos primitivos compartido por personas de todos los lugares y todas las épocas que expresan elementos de la psique que exceden al campo de la razón.

Los arquetipos pasan a ser patrones emocionales y de conducta que tallan nuestra manera de procesar sensaciones, imágenes y percepciones de determinados personajes de la política en este caso.

De alguna manera, para Jung los arquetipos se acumulan en el fondo de nuestro inconsciente colectivo para formar un molde que le da significado a lo que nos pasa.

El arquetipo junguiano, de este modo, se compone de las fantasías y las representaciones oníricas que tienen vínculo con leyendas, mitos y conceptos religiosos y que configuran las experiencias de los individuos.

Los arquetipos nos ayudan a entender las relaciones políticas de hoy. Partiendo de su esencia podemos conocer más de nosotros mismos como personas y como sociedades. Son patrones, historias que nos contamos encarnadas en simbología humanizada, los sentimientos, universales, encuentran salida a través de ellos.

Ahora bien, existen varios tipos de arquetipos en la política y a continuación, veremos algunos de ellos.

El Héroe es una figura de poder que se caracteriza por luchar contra la Sombra, motivado siempre por proteger e inspirar a otros. El Héroe siente la necesidad de dejar su huella en el mundo.

-  Coraje

-  Disciplina

-  Determinación, son algunas de las características de este arquetipo.

La Sombra es el “antagonista”, el “lado oscuro” de nuestra personalidad. Se trata de un submundo convulso de nuestra psiqué donde se contiene lo más primitivo, los egoísmos más afilados, los instintos más reprimidos y ese “yo desautorizado” que la mente consciente rechaza y que sumergimos en los abismos más profundos de nuestro ser.

-     Miedo

-     Rechazo

-     Odio es la emoción que despierta este arquetipo.

El Sabio es el arquetipo del espíritu en figura de hombre, de gnomo o de animal. Se presenta en situaciones en que haría falta visión de las cosas, comprensión, buen consejo, decisión, previsión, etc. Podríamos poner como ejemplo a José Alberto «Pepe» Mujica dentro de este arquetipo.

El Trickster o embaucador es el que introduce las bromas y la violación de las normas preestablecidas para mostrar hasta qué punto las leyes que explican las cosas son vulnerables. Pone trampas y paradojas en la senda del Héroe.

El Padre Protector es una figura de autoridad. Es el que se encarga de dar a conocer ciertos consejos e informaciones acerca de cómo llevar adelante la vida. Jung afirmaba que una de las muchas funciones del padre es proteger al individuo del mundo externo, en compensación con la protección del mundo interno que brinda la madre, arquetípicamente.

Trump con el arquetipo de Padre Protector culpaba a los demócratas de dejar huérfanos a los ciudadanos, de dejar que “mala gente” no solo ingrese a Estados Unidos sino permanezca y se convierta en una amenaza para el pueblo. “Yo los protegeré cuando sea presidente”, afirmaba.

Este arquetipo también fue utilizado por Bolsonaro, el flamante presidente de Brasil, quien prometió luchar contra la criminalidad en las calles: “Vamos a proteger al pueblo y restablecer el orden” dijo en su mensaje presidencial al asumir el cargo.

La Madre. La virtud que el arquetipo Madre desarrolla es la capacidad nutricia de protección y amor. Jung sostuvo que la experiencia que haya tenido el niño o la niña con su propia madre no alcanza para comprender las características que se les atribuyen a las figuras representativas de lo “materno”, tales como la autoridad mágica de lo femenino; la sabiduría; la bondad; el aspecto protector, sustentador y generador de crecimiento, fertilidad y alimento. Algunos especialistas en Marketing Político afirman que Eva Perón jugaba mucho con este arquetipo.

El Guerrero. Sin duda, hoy en día los verdaderos guerreros hacen falta, porque son aquellos que se atreven a enfrentarse al adversario, a combatir para defender lo justo, lo verdadero y defender a los demás si hace falta. Son los que con su fuerza ayudan a materializar cambios en nuestra sociedad.

El Ángel Vengador. Este arquetipo y sus manifestaciones responden a la necesidad de equilibrar la balanza de la justicia, algunas veces empleando técnicas agresivas.

Traer criminales de guerra ante la justicia, castigar la corrupción y la impunidad son ejemplos del vengador a una escala global, alimentado por un sentido de rectitud por parte de la sociedad y el deseo de obtener la revancha. Este arquetipo puede ser tan poderoso en la política que hoy se habla de manera muy marcada del voto castigo, por ejemplo.

La Víctima nos muestra que quizá a algunos políticos les gusta jugar el papel de víctima de vez en cuando por la respuesta positiva que obtienen bajo la forma de simpatía o lástima.

El Cambio es muy poderoso en nuestra mente. El ser humano siempre ha buscado transformar el mundo, especialmente ante marcados síntomas de cansancio y agotamiento de una sociedad desilusionada. El cambio es una necesidad en la política, la ilusión de mayor transparencia, la recuperación de otros valores esenciales, respeto por los Derechos Humanos, la libertad de pensamiento y expresión, instituciones más sólidas e independientes, etc.

El Forajido es otro de los arquetipos de personalidad de Jung que nos habla de rebeldía. Este es un transgresor, provocador y completamente independiente de la opinión de los demás. De hecho, le agrada ir en contra y piensa con cabeza propia, no por influencia ni por presión. En su faceta negativa se torna autodestructivo.

Existen muchos arquetipos en política y una persona puede encarnar uno o varios arquetipos al mismo tiempo

Referencias:

Jaffé, A. (2009). Recuerdos, sueños, pensamientos. Barcelona: Seix Barral.

Jung, Carl Gustav (2002). Obra Completa volumen 9/I: Los arquetipos y lo inconsciente colectivo.

Dunne, C. (2012). Carl Jung. Psiquiatra pionero, artesano del alma

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Ivanna Torrico Escobar

Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social Máster en Marketing Político 2.0 Columnista en Política Comunicada (Argentina), Revista Democrática (Brasil), Revista Quántica (Perú), e-Consulta (México) Conferencista