En poco más de dos semanas, las Cholulas deberán elegir entre cambio o continuidad, lo que en San Andrés significa elegir entre dos proyectos, Karina Pérez Popoca o Adán Xicale. La elección se convierte en un plebiscito donde el PRIAN y el independiente quedan como meros observadores. Karina ha tenido una administración de “maíz con gorgojo”; usó la pandemia para hacer precampaña y al viejo estilo priísta cambió limosna a cambio de aplausos; su ventaja se sostiene con alfileres. Por otro lado, Adán Xicale, un activista social y preso político del morenovallismo, abogado de profesión, no trae tras de sí sino a los habitantes de las juntas auxiliares que conocen su trabajo.

En San Pedro existe una dicotomía más compleja. Por un lado, la alianza del PRIAN postuló a una dama que por sí sola, dubitativamente cuenta con las alianzas necesarias para ganar, pues  tiene tras de sí, a un grupo panista de bastante tradición y arraigo; lo peligroso es su relación con el actual gobierno municipal.

Luis Alberto Arriaga es el vivo retrato de la traición, el oportunismo y la zalamería, quizá por ello se quedó atrapado en el marinismo. Piensa y pensó que las candidaturas -en tiempos de la 4T- se siguen repartiendo en el escritorio del gobernador en turno. En dos años y medio solo se dedicó a aplaudir y sobre todo a hacer negocios, usando. Para nadie es una sorpresa que desde el inicio de su administración otorgó contratos a empresas familiares de nueva creación, amigos del dominó en la casa de Momoxpan, futbolistas fracasados y secretarios de su gobierno.

Las cajas de zapatos y las bolsas finas, repletas de dinero desfilaban en su despacho todos los viernes procedentes de las aportaciones de desarrolladores, los nuevos giros negros y el derecho de piso. Todavía hace unos meses, Biestro le aseguró en una conocida mansión de calzada Zavaleta que la candidatura era suya. El desenlace de ese par es conocido por todos.

El modo de vida de Arriaga cambió de la noche a la mañana. Todavía recuerdo el día que llegó a pedirme trabajo. Al término me pidió cien pesos para el taxi de regreso a su casa. Llevaba dos años sin trabajo, lo mantenían.

Lo que ya es inmoral, se convierte en un delito. El uso del dinero de los cholultecas así como la estructura de trabajadores se emplea para operar políticamente. En el palacio municipal y sobre todo en la Casa del Pueblo “se respira el miedo”. Saben que lo que les depara es peor que la cárcel. Algo que Dante Alghieri describió perfectamente como el peor de los infiernos para los traidores.

No es casualidad que en San Pedro Cholula, el sistema de partidos este roto. Desde hace casi tres décadas viene funcionando mediante grupos y familias que emigran de un color a otro. Por ello la disyuntiva, en este caso, es excepcional.

El cambio es la continuidad de MORENA La continuidad de Arriaga es el PRIAN

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