Dinero, poder y sexo

  • Xavier Gutiérrez
Se topa uno con historias interesantes siempre con estos tres componentes

Se ha dicho que dinero, poder y sexo son ingredientes comunes e infaltables en la vida de los humanos. Una gran verdad.

Aquí van unas historias que lo confirman.

La dama era una mujer de alcurnia en Puebla. O al menos así pasaba. Se contaba que había sido amante del ex gobernador de Veracruz y después poderoso secretario de gobernación en el gabinete de Adolfo Ruíz Cortínes, Ángel Carvajal.

Don Ángel alguna ocasión le obsequió un carísimo collar de esmeraldas. La mujer era calculadora y sabía capitalizar el físico.

Con el tiempo se hizo amante de un influyente político poblano, rico, muy rico, e investido de poder en el ámbito local y  federal.

En el portal Hidalgo había una joyería famosa, la “Joyería Tabe”, muy cerca del palacio municipal. Sus exhibidores iluminados eran una tentación a la vanidad femenina. En cierta ocasión la dama se presentó con el dueño de ese negocio, su amigo,  y le propuso un trato.

Ella traería su preciado collar para que él lo exhibiera por un corto tiempo. Era una joya hermosa y sumamente cara. Convinieron en el precio. Él lo vendería  en una suma de muchos ceros y él ganaría  un módico quince por ciento, con la aclaración de que la operación sería en muy corto tiempo. Ella haría el resto.

Y así fue. Un día ella pasó por ahí, pavoneándose con su millonario galán, lo tomó del brazo suavemente y le dijo:

-Mira, aquí pasé ayer y vi un collar precioso, pero en  verdad ¡cómo me encantó, no he visto otro igual! Vamos a pasar a verlo ¿si?.

-Vamos, consintió gustoso el rechoncho y elegante caballero.

Se lo mostraron, simuló ponérselo ella, le lucía de maravilla. Él sonrió generoso y complaciente.

El precio era carísimo, pero el acompañante ni siquiera frunció el ceño. Sacó la chequera y pagó. La dama salió radiante de felicidad. Y se fueron felices por el portal Hidalgo.

Al día siguiente muy temprano, la dama visitó la joyería, recibió  un cheque por la cantidad convenida, y el señor Tabe tomó su comisión. Negocio hecho.

Otra historia. 

La dama, muy joven, había sido esposa de un funcionario de medio pelo. Tuvieron un par de hijos. Ella era guapa, con elevadas pretensiones.

Pasó el tiempo. Ya saben que el tiempo pasa y nos vuelve pasa. 

Una noche, al calor de una rica cena y más sabrosa plática, porque mi veterano amigo capitalino goza de una memoria prodigiosa, de pronto me platicó que la referida dama había sido, al divorciarse de su primer marido, esposa de un hijo suyo.

Lo contó con la madurez que dan los años. Y agregó una anécdota sobre la madre de varias chicas poblanas, famosas por su belleza y sus andanzas con hombres de inmensas fortunas . Ellas tenían ojo clínico para detectar el dinero y siempre estaban dispuestas a hacer operaciones rentables, temporales o duraderas. 

La mamá se ufanaba del prestigio de sus hijas.

-De mis hijas -alardeaba- podrán decir lo que quieran, pero eso sí, ellas son muy rectas, del burdel a su casa, y de su casa al burdel.

Este aderezo era cosecha de mi amigo, claro está.

Pasaron los años y la fortuna siguió brillando en la chica. Dejó esa pareja y se buscó otra de rango y vida exitosa.

Se unieron y llevaron una vida pletórica de éxito. Bienes y negocios se multiplicaron por doquier.

Como que la disipada vida de la dama encontró una especie de Titánic para seguir navegando en el mundo inagotable  de dinero y poder que siempre había soñado.

Regresemos el tiempo.

Años atrás, en un vuelo por Sonora me tocó de compañero de viaje un hombre blanco, regordete pero ágil, ojos verdes, simpático,  sobrino de un prominente político que había sido alguna vez aspirante a la presidencia de la república.

Jorge se llamaba. Y me contó en el viaje  que cierta dama había sido su esposa. Se separó de ella y con el correr de los años ella se convirtió en pareja de un político en ascenso.

El tiempo mueve las piezas y juega con la vida de los seres humanos.

El prominente político fue exitoso. Siempre le gustó disfrutar platos de segunda mesa. 

Hay más historias, pero el espacio se nos agota. Ya volveremos.

xgt49@yahoo.com.mx 

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Xavier Gutiérrez

Reportero y director de medios impresos, conductor en radio y televisión. Articulista, columnista, comentarista y caricaturista. Desempeñó cargos públicos en áreas de comunicación. Autor del libro “Ideas Para la Vida”. Conduce el programa “Te lo Digo Juan…Para que lo Escuches Pedro”.