Como romper pactos patriarcales

  • Diana Galaviz Briones
La violencia escala cuando los hombres dejan “pasar de largo” actos indebidos

En mi pasada columna titulada ‘nací para cuidarlas no para matarlas’ escribí acerca de la importancia de que los hombres rompan pactos patriarcales para eliminar sus cadenas de complicidad y de excusas para justificar el acoso y hostigamiento. De ello deriva la necesidad de precisar y ejemplificar lo que son dichos pactos.

Para efectos de la presente columna, entenderemos al patriarcado como el “conjunto de relaciones sociales entre los varones, relaciones que si bien son jerárquicas, establecen vínculos de interdependencia y solidaridad entre ellos para dominar a las mujeres” tal como lo señala Heidi I. Hartmann.

Precisamente la violencia machista se ha logrado perpetuar gracias a todos aquellos vínculos de complicidad y silencio que se dan entre los hombres respecto a todas aquellas actitudes y acciones que denigran y violentan la dignidad de las mujeres, pues si bien (según ellos) “no todos los hombres acosan, violan o matan”, nosotras podemos comprobar que todos en algún momento de su vida han normalizado compartir fotografías íntimas de mujeres sin su consentimiento a través de redes sociales o grupos privados de comunicación, o también les ha parecido normal que su amigo le levante la voz a su novia durante una discusión, que la insulte o incluso la golpee, por mencionar algunos ejemplos.

Pero, ¿por qué eso puede considerarse un pacto patriarcal? Porque la violencia escala y se sostiene a partir de todas aquellas situaciones en la que los hombres son conscientes de ejercer o estar frente a una situación que prefieren “pasar de largo”, o bien cubrirse entre ellos para concretar crímenes atroces. Aquí les comparto tres casos recopilados por la Colectiva Sorora:

  • Los porkys, Veracruz: en 2015, Dafne fue violada por 4 jóvenes, apodados “Los Porkys”. Después de años de buscar justicia, el poder judicial de Veracruz otorgó un amparo a uno de sus agresores por considerar que no había elementos suficientes para acreditar abuso sexual ya que no hubo “intención lasciva”, incluso a uno de ellos no se le imputaron delitos ya que “solo fue observador”.
  • La manada, España: el 07 de julio de 2016, durante las fiestas de San Fermín 5 hombres violaron a una joven de 18 años. A la mañana siguiente compartieron detalles de la violación de la violación en su grupo de amigos de Whatsapp, afirmaron tener un vídeo. Tras la denuncia, la víctima fue criticada y deslegitimada, incluso sus datos personales fueron filtrados en redes sociales por otro hombre.

Durante el juicio se consideró que no se usó violencia ni intimidación, condiciones para acreditar la violación y los agresores fueron imputados solo por abuso sexual. El abogado defensor recalcó que los violadores eran “trabajadores” y “buenos hijos”.

  • Diego Urik “N”, Morelia: Jessica González desapareció el 21 de septiembre del 2020, la última persona que la vio con vida fue Diego Urik “N”. Familiares, amistades y colectivas feministas se organizaron para la búsqueda. El 25 de septiembre el cuerpo de Jessica fue localizado con signos de violencia.

El 30 de septiembre luego de la presión social, Diego fue detenido en Jalisco. Confesó haber violado y golpeado a Jessica hasta su muerte, también solicitó ayuda de dos de sus amigos, Diego SR y Jose Jair, ellos se negaron, “yo no te voy a ayudar con tus mamadas”, dijo Jair. Sin embargo, esperaron a que Diego se deshiciera del cuerpo de Jessica. Ninguno de los dos denunció a Diego, ni avisaron a las autoridades, prefirieron hacer burla del feminicidio y compartieron memes en redes sociales.

Por ello, si los hombres quieren ser empáticos con el feminismo, es urgente que rompan la cadena de complicidad con sus “amigos”, compañeros o conocidos. Repito, las mujeres no necesitamos que los hombres nos cuiden, necesitamos que dejen de violentarnos y ello implica, reconocer, señalar y actuar.

@DianaGalavizBr

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Diana Galaviz Briones

Licenciada en Ciencias Políticas por la UPAEP. Fundadora de "Yo Podría Ser Tu Hija". Premio Municipal Puebla de Juventud 2019 y Ganadora del Premio "Natalia Serdán" 2020.