El caso de las patrullas nuevas paradas se debe aclarar

  • Fernando Manzanilla Prieto
Desde el principio, una decisión equivocada arrendar tantas patrullas

El pasado 14 de octubre, en su noticiero de la noche, la periodista Denise Maerker dio a conocer en un extenso reportaje que, desde hace 10 meses, el gobierno de Puebla tiene paradas al menos 200 patrullas nuevas. Estos vehículos son parte de las mil unidades equipadas, adquiridas en arrendamiento al inicio de la administración, mediante un contrato con un proveedor privado por mil 387 millones de pesos, por un periodo de 27 meses. Es decir, que cada patrulla tiene un costo de 51 mil pesos al mes; por lo que tener 200 patrullas paradas implica el pago de más de 10 millones de pesos mensuales por un equipo que no se utiliza.

 

En el reportaje se presentan diversos testimonios de la inseguridad en la que viven las y los poblanos, sobre todo en las colonias populares de la capital y de cómo la autoridad estatal y municipal, ha sido incapaz de aumentar la presencia policial en estas zonas, a pesar de tener patrullas nuevas disponibles. El problema —denunciado por el mismo personal de la policía estatal que fue entrevistado por noticieros Televisa— es que la Secretaría de Seguridad Pública del Estado no cuenta con suficiente personal para operarlas, a pesar de haber sido una promesa del gobernador al momento de anunciar la adquisición de esa cantidad de patrullas.

 

Como era de esperarse, el reportaje cayó como bomba en Casa Aguayo. Tener paradas patrullas tan caras, cuando la delincuencia está imparable, es una prueba más de la falta de experiencia que viene caracterizando la gestión del gobierno estatal. No solo desenmascaró el problema del déficit de elementos policiacos en el estado sino, sobre todo, el error de haber adquirido de un solo golpe mil patrullas sin tener garantizado el personal idóneo para operarlas.

 

Recordemos que Puebla cuenta actualmente con 3 mil 600 elementos adscritos a la policía estatal, de los cuales entre 2 mil y 2 mil 500 están asignados a diferentes cuerpos y agrupaciones, como la policía montada, la policía de calle, la policía turística, los elementos asignados a resguardar instalaciones, Bases de Operaciones Mixtas, C5s, personal administrativo y los asignados a la seguridad del gobernador, que no son pocos. Por lo que para la operación de patrullas debe haber un máximo de mil elementos disponibles.

 

El problema es que para operar mil patrullas 24 horas al día, se requieren 2 elementos por turno, de tal manera que por cada patrulla se necesitarían, al menos, 4 elementos para que la unidad se mantenga operando todos los días. Ello significa contar con 4 mil elementos dedicados solo a operar las patrullas adquiridas hace 10 meses. Eso sin considerar al personal necesario para dar uso a las patrullas viejas que se encuentran todavía en buen estado y que siguen funcionando.

 

Pero más allá del número exacto de patrullas nuevas sin usar, el hecho de tenerlas paradas es una vergüenza para las y los poblanos. Hoy se confirma que estas mil patrullas super equipadas se rentaron solo para presumir, ya que el equipo que traen muchas de ellas ya ni funciona, yo creo que más de la mitad están paradas o subutilizadas; o en el mejor de los casos han sido prestadas o donadas a algunas corporaciones o municipios. El tema es que donde más se necesitan, empezando por las colonias populares de la capital, no se les ve por ningún lado, porque no existe el personal necesario para operarlas.

 

Es claro que, desde el principio, fue una decisión equivocada arrendar una cantidad tan grande de patrullas. Lo que se debió haber hecho es establecer una estrategia escalonada de entrega de patrullas nuevas en función de la contratación y capacitación del personal para operarlas. De esa manera, hubiera bastado con 250 o 300 para empezar. Pero como el hubiera no existe, lo que se tiene que hacer hoy es revisar el tema y calcular exactamente con cuántos elementos policiales se cuenta, realmente capacitados, para operar las patrullas nuevas. Y las que sobren no deben estar paradas, deben donarse o transferirse a los gobiernos municipales que las necesiten. Lo que no podemos aceptar es el argumento de que las mil patrullas están operando de manera normal, 24 por 24, porque ni con todo el personal de policía actualmente contratado alcanzaría para ello.

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Fernando Manzanilla Prieto

Soy Fernando Manzanilla Prieto, desde hace 20 años la vida me ha dado el privilegio de servir a las familias poblanas. Mi mayor anhelo es que a mí Estado le vaya bien.