Nuestros encuentros y la pandemia

  • María Teresa Galicia Cordero
Enseñar y planear en el ciclo escolar tiene que convivir con la incertidumbre

Se realizó el jueves pasado, el segundo “Encuentro educativo. Resignificar las experiencias” iniciativa que hemos creado Alma Salgado y yo, cuyo propósito principal es el de otorgar sentido a las experiencias y saberes de los participantes, articulando redes de apoyo ante diversas problemáticas.

Si bien, hay esfuerzos individuales para alinear la educación con una visión esperanzadora en este momento tan complejo para todos, no podemos dejar de lado que en este entorno tan dinámico surge la necesidad de crear colectivos para construir alternativas ante una realidad en la que es un hecho, nadie se ha formado previamente, por lo que es muy importante tomar en cuenta que mucho de la práctica docente que se realiza, está permeado de las propias experiencia y saberes.

En todo este escenario, es necesario repensar detenidamente el papel de la escuela y resignificar el papel del docente, junto a otros temas como el de la gestión de la enseñanza, el papel del hogar, la participación de los padres de familia, el uso de las TIC y otros recursos como el de la televisión.

El tema del encuentro, definido en primer encuentro fue: “La planeación y la enseñanza en tiempos de pandemia”, en donde la especialista Olga Maya, centró sus aportes a partir de la intervención y mejora de los procesos educativos ante los retos de garantizar el derecho de la educación, adecuar la enseñanza y la planeación a los contextos actuales, aprovechar las experiencias en el logro de los aprendizajes para la vida, así como el de construir y fortalecer redes de alianza.

La planeación se definió como  un proceso sistemático e intencionado en permanente construcción y mejora que configura el acto de enseñar, que favorece la autonomía de los profesores y la toma de decisiones en un acto colectivo y reflexivo que define rutas de acción, explicitas y viables para el logro de los aprendizajes, por lo que es necesario cuestionar  el proceso administrativo y burocrático en formatos  homogéneos a los que se les da tanta importancia, porque implican  propuestas cerradas y rígidas que trasladan de la  modalidad presencial a la modalidad a distancia sin tomar en cuenta que una planeación, secuencia o guía, por si sola, no va a dar sentido al proceso de enseñar y aprender.

De ahí la propuesta de la Dra. Olga, de que enseñar y planear en el ciclo escolar 20-21 tiene que convivir con la incertidumbre, reconociendo las enormes brechas de las desigualdades económicas y las brechas tecnológicas, manteniendo las medidas sanitarias, combinando las modalidades presenciales y a distancia a partir de la recuperación de las lecciones del aprender para la vida desde una perspectiva reflexiva, flexible y pertinente a los nuevos tiempos.

El diálogo en el cual participaron los asistentes fue muy rico y reflexivo, como puede leerse en el   testimonio siguiente:   “Se puso sobre la mesa el tema de la planeación didáctica en el contexto de la pandemia por parte de la Dra. Olga Maya quien de manera muy atinada realizó varios planteamientos sobre lo que es, lo que no es y lo que debería ser la planeación para la enseñanza, estableciendo con ello un detonante para que varios participantes compartiéramos experiencias, saberes, dudas, incertidumbres y propuestas relacionadas con nuestro actuar profesional al enfrentar el reto de "educar a distancia". Esta experiencia me sirvió para confirmar algo que he venido vislumbrando a lo largo de estos meses de confinamiento, y es que las circunstancias actuales han hecho que el desempeño docente se individualice cada vez más, es decir, cada docente está buscando la manera de que sus alumnos logren avanzar en sus procesos de aprendizaje, o al menos se mantengan interesados en la escuela; algunos usando las estrategias generales que se han planteado a nivel nacional otros no, pero todo esto en medio de un mar de incertidumbres por las condiciones tan diversas de cada contexto, por las exigencias de algunas autoridades, por la ideología de cada quién, por la situación emocional de cada uno, en fin, porque nadie esperábamos cerrar un ciclo escolar y abrir otro a distancia, sobre todo en educación básica, que es donde menos experiencia y recursos se tienen para implementar esta modalidad. Por eso son tan importantes estos espacios donde los docentes, los que estamos al frente "en el campo de batalla", podamos compartir, deconstruir y construir juntos, al menos para no sentirnos solos en nuestra incertidumbre...” (Arteaga, A. septiembre 17, 2020).

Al terminar, se plantearon otras interrogantes y problemáticas que asomaron a través del diálogo como lo relacionado con el programa Aprende en Casa II, así como el de las Comunidades de Aprendizaje, temáticas que abordaremos en los siguientes encuentros.

Con lo anterior, seguimos afirmando que el debate pedagógico siempre posibilita la construcción de propuestas y que la escucha y la participación muestran lo que sucede en las comunidades educativas, por lo que seguiremos construyendo este espacio para nutrirnos tanto en lo individual como en lo colectivo con visión esperanzadora ante la incertidumbre, buscando como siempre, resignificar nuestras experiencias.  

 

 

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María Teresa Galicia Cordero

Doctora en Educación. Consultora internacional en proyectos formativos, investigadora social, formadora de docentes e impulsora permanente de procesos de construcción de ciudadanía con organizaciones sociales. Diseñadora y asesora de cursos, talleres y diplomados presenciales y en línea. Articulista en diferentes medios.