Ni perdonamos, ni olvidamos: toma de la CNDH

  • Diana Galaviz Briones
En memoria de Mara Castilla, a tres años de tu feminicidio ni perdón ni olvido.

¿Cuáles son las formas para protestar? El eterno debate entre las personas que empatizan con los movimientos por la exigencia de justicia y quien cree que la violencia nunca los va a alcanzar y que por ende, son cosas menores que reclamar.

El día miércoles 02 de agosto del presente, familiares de víctimas de feminicidio, desapariciones, violencia sexual y homicidio sostuvieron una reunión con la Presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Rosario Ibarra Piedras, en donde pidieron justicia y pronta reparación del daño a las víctimas directas e indirectas de los delitos.

Sin embargo, al término de la reunión, la madre de una niña, víctima de violencia sexual en San Luis Potosí en 2017 se amarró a una silla y se negó a salir de las instalaciones, así pasaron casi 24 horas sin que las autoridades dieran una respuesta que atendiera la solicitud de la mamá.

Tras la inacción del Estado, colectivas feministas acudieron a la Comisión para acompañar a las familias que decidieron sumarse a la protesta para ejercer presión y después de 48 horas de opacidad, decidieron tomar las instalaciones. ¿Qué siguió?, quema de mobiliario, pintas a las paredes y cuadros, entre ellos, las imágenes de Francisco I. Madero y Benito Juárez, por mencionar algunas.

Como era de esperarse, el Presidente Andrés Manuel no tardó en rechazar y criticar “las formas” en que las manifestantes decidieron accionar. Lo que el Presidente olvida que esas mujeres son las mismas que estuvieron en el plantón por meses afuera de Palacio Nacional esperando una audiencia para ser, al menos, escuchadas.

Al Presidente se le olvida que son las mismas mujeres que llevan años esperando una respuesta por parte del Gobierno para tener justicia y pronta resignación de la pérdida de sus familiares y son las mismas mujeres que siguen esperando a sus hijas e hijos volver a sus casas tras una desaparición forzada.

Y lo más importante, esas mujeres representan el hartazgo de las millones de mexicanas que día a día escuchamos a las autoridades minimizar las desapariciones, las llamadas de auxilio y los feminicidios. Lo he dicho muchas veces: quien no reconoce el problema, es parte de él.

Si las autoridades se niegan a reconocer la violencia, las mujeres seguirán buscando “formas menos políticamente correctas” para visibilizarla. Si las autoridades no cumplen con sus obligaciones, las mujeres seguirán buscando “las formas” para hacerles saber cuáles son sus obligaciones. No son un grupo de mujeres causando desorden público, son madres, hermanas, abuelas, hijas, amigas, de víctimas de violencia que no han recibido ningún tipo de respuesta por parte de las autoridades correspondientes.

Deberíamos replantear de qué lado estamos, ¿de las familias que lo han perdido todo o del lado de la impunidad que impera en las instancias encargadas de velar por nuestro bien y hacernos justicia? Antes de seguir criticando a “esas mujeres” recuerden que resignificaron las instalaciones de la CNDH para ser un refugio de víctimas de violencia, refugio que meses atrás el Gobierno Federal había decidió dejar sin recursos.

Sin más que agregar, les dejo la frase que a mi criterio podría resumir la forma correcta de protestar:

“Y la que quiera romper, que rompa y la que quiera quemar, que queme y la que no, ¡que no nos estorbe!”

-Yesenia Zamudio, madre de víctima de feminicidio.

 

Ni Una Más.

 

@DianaGalavizBr

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Diana Galaviz Briones

Licenciada en Ciencias Políticas por la UPAEP. Fundadora de "Yo Podría Ser Tu Hija". Premio Municipal Puebla de Juventud 2019 y Ganadora del Premio "Natalia Serdán" 2020.