Chapulines y Desvelados

  • José Juan Espinosa Torres

Al día siguiente de la inauguración del entonces SICOM, el entonces Gobernador del Estado acudió al nuevo noticiero matutino donde le cuestionaron si tendría intenciones de participar en la elección presidencial del 2006. Su respuesta fue contundente, “Quien toma un cargo pensando en el otro, pone en riesgo el cargo y a los poblanos”.

Tampoco es una novedad, en los últimos cien años, tres han sido los exgobernadores que abiertamente han manifestado intenciones presidenciales. La constante es la misma, nunca empieza ni termina bien. Ocupar un cargo como plataforma para saltar al siguiente solo demerita el trabajo y convierte las oficinas de gobierno en casas de campaña.

En los planes del Gran Márquez de Zavaleta nunca estuvo la idea de ser Diputado Local y mucho menos Presidente de la Junta de Gobierno. A principios del 2018 Biestro siempre aspiró a ser Presidente Municipal, sus intenciones fueron frustradas por la insaculación (tómbola) que definió que sería mujer quien encabezara la planilla a la alcaldía. Desde ese día en lo público y en lo privado se ha dedicado a demeritar el trabajo de Claudia Rivera, más allá de lo político lo suyo es personal.

El 24 de diciembre de 2018 Biestro perdió el sueño buscando reventar la relación institucional con la Secretaría de Gobernación Federal para mayoritear e imponerse como Gobernador Interino. De entre los compañeros de la bancada de JHH repartió las secretarías, antes de iniciar la reunión con el subsecretario Zoé Robledo me comentó que ya tenía armado el gabinete.

Ser Diputado Local es un honor, un cargo al que se aspira por convicción y no por circunstancia. Duele ver al Congreso convertido en una casa de campaña rumbo a sus aspiraciones presidenciales.

La sola idea de que un personaje tan limitado y ambicioso se convirtiera en el delfín del Gobernador, me recuerda cuando Calígula nombro a Incitatus, su caballo como Cónsul de Roma. La degradación de la vida pública en Puebla. En fin.

Postdata.

El 15 de septiembre los diputados biestristas festejaran el arranque del tercer año de la legislatura con la remodelación de sus oficinas. Pisos y alfombras al por mayor. Ya tienen oficinas nuevas, sin embargo, ¿cuándo dispondrán Puebla y los poblanos de un nuevo Congreso?, tal como dejaron atrás los viejos pisos, las cortinas y las alfombras, deberíamos dejar atrás prácticas y vicios parlamentarios. Habrá un odre nuevo, pero contendrá el mismo vino viejo.

Recuerdo la primera vez que fui diputado, (de oposición y obradorista, por cierto) en el 2005 me tocó ser legislador en un congreso donde solo teníamos el edificio de la 5 poniente, para 41 diputados y las oficinas del entonces ORFISE. Despachos reducidos, austeros y decorosos.

Los lujos y la desproporción de la nueva clase política poblana contrastan con la pobreza y la miseria que trajo la pandemia, más privilegios para los que se postran ante el poder, más privilegios para la clase gobernante.

El Congreso del Estado se convirtió en un campo estéril, de nulidades políticas, de invierno, de transición electoral sin transformación. Eso es lo que hay que recordar el 15 de septiembre.

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José Juan Espinosa Torres

Administrador de empresas por la Ibero Puebla. Se ha desempeñado como diputado local por el XX Distrito, donde fue presidente de la Mesa directiva de la LX Legislatura del Congreso del Estado de Puebla. Ha sido presidente municipal de San Pedro Cholula.