Estando prácticamente a un año de las próximas elecciones, el partido más importante de México está en medio de una renovación de dirigencias que afecta, de algún modo u otro, a los Estados. Específicamente en Puebla tenemos particularidades que pueden confundir a la militancia, y algunos pragmáticos intentan predecir lo que sucederá posterior a la renovación a favor o en contra de ellos.

Una de esas particularidades es el exdelegado con funciones de presidente del Comité Ejecutivo Estatal de morena, que, si eres lector habitual de estas columnas que tu servidor escribe, tienes una idea de cómo se ha manejado dentro de esta institución, sin embargo, de la pasada columna a la fecha, su historial ha crecido de manera alarmante y de manera negativa.

Lo primero que tenemos que saber, es que después de la destitución y baja del INE, este personaje se negó a regresar camionetas, papelería y oficina de morena, e impugnó su destitución del Comité Ejecutivo Nacional, sabiendo que ni es consejero, ni es militante, pues no pudo ingresar a la asamblea en la que le correspondía participar en su distrito por no aparecer en el padrón; además fue una designación de la exdirigente nacional, que en cuanto se fue, le dejó la misma responsabilidad al nuevo dirigente nacional, nombrar a una nueva persona dentro del partido, finalmente este personaje intenta aferrarse al puesto que ya no tiene, y es del conocimiento de todos los militantes del Estado, que sus reuniones son cada vez más pequeñas y con personajes que ya se veían como candidatos por dedazo de esta persona.

Pero como cada semana, ¿Por qué el título de esta columna? La respuesta es que este personaje sigue sacando videos y comunicados, ostentándose como delegado con funciones de presidente, utiliza a sus trabajadores para que ellos utilicen las camionetas, y así, en caso de alguna responsabilidad penal, poder deslindarse, mientras al mismo tiempo inmoviliza la vida política del partido, engañando y argumentando que va a regresar con el cambio de dirigencia, incluso, siendo completamente cínico, pues en uno de esos comunicados donde se ostenta como delegado, se intenta respaldar con el Comité Ejecutivo Estatal, al cual sólo convocó dos veces (cuando llegó y cuando se fue) y con quien en su mayoría, simplemente no tuvo buena relación.

Aquí entramos al segundo punto. Las esperanzas de éste y otros personajes están puestas en que se haga un cambio de dirigencia nacional que les beneficie, los reinstale, y ya en el mejor de los casos, retiren al actual delegado del Comité Ejecutivo Nacional de morena en Puebla, Carlos Evangelista. Cabe resaltar que este último no está en la misma situación que el exdelegado enfermo de poder, en el caso de Carlos Evangelista, él es una delegación asignada por votación del Comité Ejecutivo Nacional, entonces para retirarlo se necesitaría repetir la votación, y al sólo cambiar dos posiciones del comité ejecutivo nacional en la próxima encuesta, se ve difícil que puedan retirarlo del Estado, pues la votación de los secretarios nacionales que hicieron posible estas designaciones se sigue manteniendo.

Por último, en caso de que el próximo dirigente nacional del partido se repita o bien, llegue alguien nuevo, se ve complicada la reinstalación de estos personajes, pues al buscar mantenerse en su puesto han intentado transitar entre grupos, cosa que estos líderes nacionales tienen muy claro.

Al final se vislumbra que muy a pesar de los movimientos desesperados de estos personajes, algunos que sacan comunicados y otros que desestiman públicamente al partido desde su posición de gobierno intentando incidir en la próximas elecciones internas de morena, tanto para elegir sus dirigencias, como para elegir a sus candidatos, simplemente se van a quedar cortos, con muchos compromisos sin cumplir y con la gran mayoría de la militancia en contra, pues su lucha del poder por el poder los está dejando muy mal parados, en el partido más legítimo de México simplemente no cabe gente ilegitima.