Después del COVID 19 habrá un nuevo orden social que impactará en la economía y, en el caso de México, el Tratado Comercial con Estados Unidos y Canadá (T-MEC) que entra en vigor este 1 de julio tiene una importancia para la reactivación del desarrollo regional.

Sin duda, el T-MEC representa una oportunidad para nuestro país en la integración de mercados con EU y Canadá en condiciones de competitividad.

En los próximos años México se consolidará como el primer país exportador de productos manufactureros y del sector agrícola hacia la Unión Americana, favorecerá el flujo económico y comercial por 1.6 billones de dólares con más del 25% del PIB mundial, en un mercado de 500 millones de consumidor.

El senado ha participado en el largo y complejo proceso de consolidación de este instrumento dándole seguimiento a las condiciones para su implementación y por unanimidad en Comisiones Unidas de Hacienda y Crédito Público y de Estudios Legislativos Segunda de la Cámara Alta, fueron aprobados los dictámenes de la Ley de Impuestos Generales de Importación y Exportación, y las reformas a la Ley Aduanera, dos disposiciones que contribuirán con la reactivación económica del país con la entrada en vigor de dicho esquema comercial.

Es importante resaltar que las senadoras y senadores de todos los grupos parlamentarios hicimos posible esta aprobación de forma unánime de la iniciativa del Presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), Ricardo Monreal Ávila a través de un ejercicio ejemplar que se realizó con Parlamento Abierto en dos momentos y se utilizó un método de proximidad que permitió sesión tras sesión, ir incorporando todas las observaciones a la ley.

Esa aprobación fue resultado de más de 30 sesiones virtuales, de las cuales se generaron 285 modificaciones al texto original, se incluyeron los planteamientos de los sectores productivos, además de las observaciones del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), de Coparmex, Canacintra, Canirac, así como de las diferentes industrias y sectores productivos primario, secundario y terciario.

La Secretaría de Economía acompañó y avaló todas las modificaciones, trabajando técnicamente de la mano con el poder ejecutivo.

En tanto, las modificaciones a la ley de Infraestructura de la Calidad, tienen el propósito de actualizar la normatividad vigente para continuar incentivando el intercambio de bienes, productos, procesos y servicios en el contexto internacional de manera ágil, eliminando barreras innecesarias e injustificadas al comercio.

Lo anterior, a fin de ampliar la capacidad productiva y el mejoramiento continuo en las cadenas de valor, fomentar el comercio internacional y protegiendo los objetivos legítimos de interés público.

Con este nuevo ordenamiento, se abroga la Ley Federal de Metrología y Normalización, ya que se expiden nuevas disposiciones que reformulan el sistema de normalización, estandarización, evaluación de la conformidad y metrología que subsiste en México, a través de la creación de un nuevo marco normativo que busca propiciar la innovación, así como fortalecer la productividad y competitividad nacionales.

En este contexto, México va a seguir siendo una plataforma para la inversión de los aliados comerciales de Estados Unidos, y esto permitirá mayores capacidades de producción para el mercado estadunidense y canadiense.

Nuestro país está siendo reconocido a nivel mundial por su alineación a los intereses de la comunidad internacional, prueba de ello es su incorporación a la Comisión de la ONU en materia de Seguridad con reconocimiento en los organismos internacionales en materia económica.

México, fue el primer país que firmó este acuerdo comercial, después Estados Unidos y finalmente Canadá, en lo subsecuente fue el trabajo de la Cancillería con los comités de trabajo técnico, cuyo resultado fueron los seis dictámenes para la aprobación de la Ley de impuestos a la Exportación e Importación, que auxilió a definir los aranceles con los que los productos mexicanos tendrán que ser revalorados.

Estamos ante un panorama alentador para la conservación y creación de empleos; es una enorme oportunidad, ya que México tiene frente a Estados Unidos un superávit en su balanza comercial, uno de los principales indicadores con los que la reactivación económica para nuestro país va a tener un desdoble en las micro pequeñas y medianas empresas, que generan miles de oportunidades las familias mexicanas.