Con la vista puesta en el futuro, en las elecciones, en Puebla se ha abierto un nuevo frente de lucha. Antorcha Campesina ha levantado la mano para participar en el reparto del poder, ahora por la vía política partidista.

Busca constituirse en un partido político más, hoy que tan desprestigiados están los partidos. ¿Será por eso? Averíguelo Vargas…

 Se dio a la tarea de cumplir los requisitos. Según la información publicada, técnicamente y formalmente lo habría hecho.

Pero la autoridad electoral le dijo que no. Ellos anuncian  que recurrirán a otras instancias y en ese proceso estamos.

La agrupación ha sido parte del poder, sin la formalidad de los partidos. Lo ha hecho unida al PRI, pero también participando estrechamente con el PAN. No podría explicarse de otro modo, por ejemplo, su exitosa vigencia con el morenovallismo.

Al menos, no se conoce reprobación alguna a los excesos y abusos cometidos en el reinado de Moreno Valle y Gali.

Hoy parece que los tiempos no soplan a su favor, ni en el estado ni en el país.

El gobierno federal ha cerrado la inagotable válvula de ceder recursos bajo presión. Y se inclina por hacerlo directamente a la gente, sin intermediarios.

Eso, parece un dique frontal al modus operandi de la organización aspirante a partido.

Durante largo tiempo Antorcha ha construido un enorme emporio donde hay negocios de todo género, muchos de ellos explicables sólo por el recurso de la presión lo mismo a los estados que a la federación, y a los ayuntamientos.

Hoy, todo parece indicar  que ese mecanismo se topa con una muralla. Y aparece entonces la búsqueda del poder por la vía institucional. La puerta ha estado ahí, abierta, siempre, pero la agrupación decidió todo el tiempo no utilizarla, y recurrir mejor a métodos que le han resultados funcionales, eficientes y productivos.

Con una cauda de simpatizantes mas o menos constante en ciertas regiones del país, Puebla y el Estado de México de modo sobresaliente, la organización ha sido exhibida como un grupo de presión multimodal.

No lo digo yo, lo han expuesto innumerables reportajes en todos los medios de comunicación del país, todo el tiempo.

Su dirigente en Puebla, Juan Celis, es un personaje con altas cualidades. Hábil negociador, tolerante, inclinado al diálogo, contemporizador con medios y periodistas, y dueño además de un talante carismático.

Pero sobre ese estilo de liderazgo pesan, sobre todo en Puebla, formas y antecedentes que multitud de ocasiones han colocado a esa agrupación no sólo contra la ley sino por encima de la ley. Un poder terrible con el implacable uso  de la presión igual sobre el estado que sobre particulares.

Y, como sucede siempre, los fantasmas de los grupos o las personas son como la sombra, siempre aparecen.

La sociedad en multitud de ocasiones, en calles, bienes, propiedades, intereses o derechos, ha resentido esa presión atrabiliaria. Y no ha habido poder que la controle o frene. A esa sociedad, hoy Antorcha apela para obtener comprensión y apoyo. Tiene una base social que la sostiene, pero ese sustento es el de siempre, con métodos por lo menos oscuros.

De democracia, en estricto sentido, la agrupación de referencia no podría dar precisamente lecciones. Su liderazgo ha sido eterno y no se conocen antecedentes  de renovación electoral.

En este asunto  podría  tomarse como paráfrasis la famosa frase del general Pedro María Anaya ante el invasor gringo: “si hubiera parque, usted no estaría aquí…” En el caso que nos ocupa, “si hubiera democracia, Antorcha no estaría aquí…”

Estamos, pues, ante un caso más  de los negativos expedientes de las contrahechuras que ha vivido el país y que hoy, contra viento y marea, un nuevo gobierno busca sacudir.

No será fácil, pero un día tendría que llegar.

PECCATA MINUTA.- Un pequeño grupo de periodistas, invitados por el Arzobispo Víctor Sánchez, tuvimos la oportunidad de realizar una visita en un marco especial a la réplica de la Capilla Sixtina.

Antes, en un acto similar y en fechas diferentes,  estuvieron el Gobernador y los presidentes municipales del estado, y en otro los empresarios.

En esta ocasión, la parte cultural e histórica tuvo un relieve de solemnidad que creó en ese extraordinario recinto una atmósfera singularísima. A la presencia de más de trescientas religiosas de diversas ordenes se agregó una representación teatral con fragmentos de la vida de Miguel Ángel.

Es en verdad digna de reconocimiento la sensibilidad del máximo líder  del catolicismo poblano. A su proverbial sencillez, en esta y en otras oportunidades, el Arzobispo le agrega una actitud de amabilidad y, sin ribetes de vanidad, le añade fragmentos de su importante trayectoria, como el hecho de haber tratado a cinco Papas en su larga experiencia.

Y, por si fuera poco, como condimento a su grata personalidad, le agrega, muy en corto, finos detalles de sentido del humor, característica propia de personas inteligentes.

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