Caso “Ovidio Guzmán”: ¿La primera crisis de seguridad nacional?

  • Laura Carreto Tirado
La captura y liberación del hijo del Chapo, ha causado controversia, y esta polarizada

El pasado 17 de octubre, elementos de la Guardia Nacional capturaron al hijo de Joaquín Guzmán Loera: Ovidio Guzmán López, quien horas después fue liberado; una decisión basada en la violencia desatada en Culiacán, Sinaloa por la aprehensión del joven, quien es hijo del narcotraficante mexicano con más presencia a nivel mundial, quien ha creado un imperio de la droga, idolatrado por unos, odiado por otros, se trata de una figura controversial.

Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, como es mejor conocido, se inició en el negocio de la droga desde temprana edad, cuando trabajaba en los campos de amapola para el Cártel de Guadalajara hasta tener su propio cártel, el cual tiene presencia en 70% en todo el mundo, liderando solo o con alianzas con otros cárteles; teniendo pactos con autoridades de Centroamérica y Latinoamérica y otros países, ha logrado un gran poder en el narcotráfico.

La captura y liberación del hijo del Chapo, ha causado controversia, y esta polarizada, por dos razones: para algunos ciudadanos el estado mexicano está rebasado por el poderío del Cártel de Sinaloa y otros creen que fue positiva esta decisión debido a los violentos enfrentamientos en Culiacán, donde hubo 19 bloqueos, 14 enfrentamientos, 47 prófugos y 13 muertos (Animal Político, 2019). Bastaron 6 horas para que esta ciudad se convirtiera en un campo de batalla. La decisión del Secretario de Seguridad: Alfonso Durazo y el presidente AMLO de sacar de prisión a Ovidio, fue basada en la violencia desencadenada en esta ciudad del país.

En esta situación hay que analizar algunos aspectos: 1) La expansión y poder del Cártel de Sinaloa no se podría explicar sin la complicidad con autoridades municipales y estatales de distintos estados de la República, sobre todo, los tratos hechos con las autoridades federales en la época foxista y calderonista, cuando la organización tuvo un mayor crecimiento, esto revelado por “El Vicentillo”: Vicente Zambada Niebla, el joven, ex coordinador del cártel e hijo de Ismael “el Mayo Zambada” (quien aún no ha sido aprehendido) mano derecha y compadre Guzmán Loera. Este joven, que era la promesa del cártel, está recluido en Estados Unidos desde el 2009, ha declarado información muy reveladora.

La corrupción de las autoridades mexicanas ha sido uno de los pilares para el crecimiento de la organización, sin esto simplemente no se podría explicar su nacimiento y expansión, además de las diversas “fugas” del Chapo, la más famosa en la presidencia de Vicente Fox cuando “escapó” en un carrito de lavandería.

2) La capacidad armamentística del cártel: da la impresión de ser superior al del ejército mexicano, por ejemplo: un hombre que disparo pecho tierra desde un estacionamiento tenía un rifle tipo Barett .50 que llega a costar 13 mil dólares en Estados Unidos, una ametralladora Browning M2 calibre .50, y una gran cantidad de fusiles de asalto AR-15, AK-47 y armas cortas de 9mm. Algunas de estas armas son propias de una guerra, son capaces de perforar blindajes; incluso el calibre .50 es capaz de tirar helicópteros y a diferencia entre el Browning y el Barett es que el primero es una ametralladora y el segundo es un fusil, pero ambas tienen un poderoso calibre. La Browning M2 calibre .50 es conocida como “la madre de todas ametralladoras”, mide casi dos metros y pesa 40 kilos, es producida por la compañía “Barett Firearms Company” la cual califica al misil como un ícono estadunidense (Aristegui Noticias, 2019).

3) El control de la droga desde hace por lo menos 20 años por parte del cártel de Sinaloa en su propia tierra, ha creado una violencia generalizada y sistemática. Su poder es altísimo como en muchas otras ciudades de nuestro país, pero nos queda claro que son “reyes” en su territorio. Cuentan también con el apoyo ciudadano, incluso ha habido marchas a favor del Chapo.

4) Es cierto que hubo errores en el operativo para capturar a Ovidio Guzmán, como la deficiente planeación, 30 elementos de la Guardia Nacional que se quedaron cortos ante la gran capacidad organizativa y estructural del cartel de Sinaloa, con ametralladoras y rifles de alto calibre, los elementos mexicanos tuvieron que enfrentarse con la cruel realidad, que refleja el poderío de este cártel y su superioridad armamentística.

Algunos señalan que la estrategia de seguridad de AMLO está mal encaminada porque los operativos contra los narcotraficantes ya no dependen de la Marina sino de la Guardia Nacional. Cabe destacar que la Marina trabajaba conjuntamente con las agencias de seguridad de Estados Unidos, como la DEA. Debe haber alguna razón de peso para que este cambio se realizara, la cual aún se desconoce.

Otras declaraciones del “Vicentillo” apuntan también a la complicidad de las autoridades estadunidenses, más específicamente: las distintas agencias de seguridad las cuales les ayudaron con protección a cambio de intercambiar información sobre otros cárteles (Expansión Mx, 2011). La violencia en nuestro país tampoco se podría explicar sin el tráfico ilegal de armas y la indiferencia de sexenios pasados ante este problema, incluso esto se acrecentó en la época de Felipe Calderón, a partir de la operación “Rápido y Furioso”.

A pesar de la prohibición de armas semiautomáticas, el país está repleto de este armamento; según las autoridades, ingresan diariamente 500 armas (Aristegui noticias, 2019).

Estoy en desacuerdo en las opiniones que afirman el fortalecimiento de este cártel a partir de este hecho. Esta organización ya se encuentra sumamente enraizada y fortalecida desde sexenios anteriores. Lo sucedido no refleja una derrota del estado mexicano sino una violencia y corrupción estructural que ha padecido Sinaloa y algunas partes del país, desde hace ya muchos años y que obedece a la complicidad de las autoridades y este cártel.

AMLO no puede combatir de un solo golpe lo que ha existido durante años, ni tampoco de la noche a la mañana le habrá quitado poder a la organización por la aprehensión de uno de sus miembros. Sin embargo, si debe haber mayor claridad en su política de seguridad, pues aún no queda claro los cambios que han sucedido recientemente con la creación de la Guardia Nacional. Y debe continuar la lucha contra el narcotráfico. Es positiva la llamada entre Donald Trump y el presidente López Obrador ya que se pondrá mayor vigilancia en el tráfico de armas (que ha generado tanta violencia en nuestro país) esto con el operativo llamado “Frozen” ya que 70% de los delitos con armas de fuego en el país, son con aquellas fabricadas en Estados Unidos (Aristegui Noticias, 2019).

La verdadera lucha contra el narcotráfico, será la recomposición del tejido social, una parte depende de nosotros como ciudadanos y otra parte del gobierno, que deberá crear los suficientes empleos, cultura, deportes y actividades para que estos jóvenes tengan otras opciones, sobre todo en los municipios donde la narco-cultura está presente y donde prácticamente parece ser la única opción, sino es que hasta son obligados a unirse a estas organizaciones delictivas.

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Laura Carreto Tirado

Licenciada en Relaciones Internacionales, Maestra en Ciencias Políticas ambos grados por la BUAP. Especializada en temas migratorios y en la Relación México-Estados Unidos. Ha investigado y escrito al respecto en libros y revistas