En el aniversario de la victoria de AMLO

  • Raymundo Alfaro Pérez
Con el sentido de propietarios de vidas e instituciones crearon al Estado

Toda transformación social a fondo tiene sus contradicciones y contraposiciones, quienes pierden y son vencidos nunca aceptaran racionalmente su nueva condición política, como su ideología está fundamentada en el primero yo, después yo y al último yo, a la sociedad y el bien común que se los lleve el diablo. Históricamente las castas, aristocracias, oligarquías y burguesías, se construyeron como grupos de élite a partir de exaltar sus derechos individuales, principalmente para poseer propiedades y poder heredarlas a los suyos. Igualmente crearon el comercio no solo para intercambiar mercancías sino también para comerciar con esclavos y servidumbres los cuales a través de su trabajo les proporcionarían la felicidad de disfrutar y tener bienes materiales, y de esa manera estas clases se moverían más por el tener que por el ser.

Con el sentido de propietarios de vidas e instituciones crearon al Estado, esa organización jurídica, política y social que recurriría a la ley natural y positiva para dar en la formalidad abstracta del derecho, la legalidad, igualdad, justicia y seguridad que los hombres necesitan para ejercer su libertad y autonomía en cualquier orden social, y de esa manera instituir el llamado poder político. Dicho poder no se podría explicar, sin la presencia del concepto de “Fuerza”, por cierto mal interpretado por quienes hablan en nombre de sus intereses particulares. En la depuración del Estado de Derecho y de la Democracia Participativa la Fuerza del Estado y sus Instituciones tienen como uno de sus objetivos la deconstrucción de la democracia a fondo, así como la de desformalizar al Derecho, con el objetivo de que sus fines de justicia, seguridad y velar por el bien común sean la constante de las políticas públicas para lograr un desarrollo para todos los ciudadanos y de esa manera sustituir el “Yo por el Nosotros”, en una sociedad que debe ser más solidaria con los otros.

Pues bien el gobierno de AMLO tiene una oposición que se mueve por la defensa de sus derechos individuales, derechos que todos tenemos en México, solo que a la gran mayoría nunca se les materializo para que tuvieran acceso a una vida digna. No se trata de acabar con los privilegiados, quienes por cierto, muchos de ellos tienen la libertad de producir, comerciar y acumular riqueza para disfrutar de una libertad de ser y tener para vivir en sus espacios de confort. Llegaron algunos de estos grupos al exceso de mercadear con la cultura, educación, salud y bienes de la nación para insertarlos en las perversas redes del libre mercado, afectando con ello la formación del ser humano, y de esto los opositores a AMLO nunca expresaron nada, mucho menos se manifestaron colectivamente.   

Por esta razón, de lo que se trata en el proyecto de la cuarta transformación es de recuperar el mínimo de libertad para aspirar a una mejora en las condiciones materiales de existencia de los mexicanos. Esto se traduce en mayor acceso a los derechos sociales básicos como son salud, vivienda, recreación y educación, mismos que se fueron deteriorando en las últimas décadas del periodo neoliberal. Se trata de signar un nuevo pacto social con los gobiernos emanados de MORENA y de otras fuerzas políticas, para rescatar espacios públicos para la creación de zonas colectivas, y de esa manera promover actividades deportivas, artísticas y educativas, así como equilibrar y potenciar la economía urbana y sobre todo ahondar en la protección del medio ambiente, y de esa manera promover la necesaria educación ambiental entre la población. En fin hay muchas tareas que hacer en esta nueva etapa de nuestra historia, cada quien desde su área debemos sentirnos satisfechos por lo logrado aquel primero de julio de 2018, la faena no fue menor, echar al PRIANPRD, costo mucho y bien valió la pena el esfuerzo, lo logramos y vamos por la consolidación del proyecto de nación de la 4T.

Y nunca olvidar que en democracia se deben respetar los derechos fundamentales de todos los ciudadanos y en este sentido se ha pronunciado el presidente de la Republica y las manifestaciones en oposición al presidente Andrés Manuel López Obrador, gozan de la libertad de hacerlo, solo que el asunto no es de personas, sino de cuestiones de Estado y de alta política, donde AMLO es el actor principal que por sus acciones individuales y colectivas se fue convirtiendo en un líder y estadista, el cual resistió en diversas ocasiones las embestidas de sus contrarios y siempre salió avante y fortalecido y en esta ocasión no será la excepción, además de poder ejecutivo hay poder social para respaldarlo y defenderlo.   

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Raymundo Alfaro Pérez
Originario de Puebla. Casado y padre de cuatro varones. Abogado, Notario y Actuario. Egresado de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales BUAP. Maestría en Ciencias Políticas BUAP. Doctorado en Derecho BUAP