Migración forzada, el drama del siglo

  • Julio César Ávalos Huerta
Propongo al lector algunos datos y reflexiones básicas

En las últimas semanas, México se ha alarmado por la llegada de la Caravana Migrante de centroamericanos que intentan llegar a los Estados Unidos. Al respecto, propongo al lector algunos datos y reflexiones básicas con la intención de ayudar a dimensionar el tema:

  1. El fenómeno migratorio de centroamericanos (y mexicanos) hacia el vecino país del norte no es nuevo ni este episodio de la llamada Caravana Migrante es numéricamente extraordinario. En realidad, desde hace décadas, cada año miles de centroamericanos intentan cruzar el territorio mexicano con la intención de llegar a los Estados Unidos. Sólo una pequeña parte lo logra, la mayoría se queda en nuestro país o emprende otro penoso viaje de retorno a su lugar de origen con sus frustraciones y traumas a cuestas. De acuerdo a un estudio del ITAM, cada año de la década pasada, en promedio, más de 200 mil centroamericanos llegaron a México en tránsito irregular hacia el norte, sólo 2 de cada 10 lograron cruzar la frontera.
  2. La migración de personas huyendo de la pobreza o de la violencia no es exclusiva de esta región del mundo. Mientras el gobierno de Estados Unidos está preocupado y blinda su frontera frente a la migración mexicana y centroamericana hacia su país, los gobiernos europeos hacen lo propio respecto a la migración proveniente de países africanos, sudamericanos y de los países del este de Europa. De acuerdo a datos del año 2017 del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), 68.5 millones de personas se vieron forzadas a abandonar sus hogares.
  3. La migración interna (sin cruzar fronteras) y de población de un país no desarrollado a otro en similares condiciones es mayor que la migración que reciben en los países desarrollados. La Organización Internacional para las Migraciones reportó que en 2017 hubo 40 millones de desplazados internos. Por otra parte, según una investigación de la BBC, de los cerca de 2,3 millones de venezolanos que han salido de su país huyendo de la crisis de los últimos años, cerca de un millón han llegado a Colombia.
  4. Quien, por fuerza de las circunstancias, tiene que abandonar su lugar de origen movido por la mínima esperanza de una vida mejor o, al menos, de poder sobrevivir, ya enfrenta un infortunio digno de consideración. Pero aquellos que llegan a otro país además deben enfrentar la violencia xenofóbica, el racismo y la marginación social extrema. Se trata de personas sin vivienda, sin empleo y sin dinero, por decir lo menos. Pero quizá lo más grave es que, como se ha hecho del conocimiento público, están a merced de mafias que literalmente los esclavizan, los someten a explotación sexual, los utilizan para traficar drogas, los asesinan para extraer sus órganos o simplemente los desaparecen.

Quizá lo auténticamente original de la Caravana Migrante es que ha servido para visibilizar este drama y para posicionarlo en la agenda de la opinión pública. Como se puede observar de lo anotado líneas arriba, no es un problema de México ni del gobierno mexicano exclusivamente. Es una tragedia humana en expansión que exige afrontarse de manera corresponsable por la comunidad internacional.

Con toda probabilidad, en los próximos 30 años, se sumarán a la población mundial cerca de 2,000 millones de personas, la mayor parte de ellas en el hemisferio sur. No hace falta mucha imaginación para percatarse de que ningún muro, policía fronteriza ni artilugio jurídico serán suficientes para contener la marea humana en busca de una oportunidad para sobrevivir. Incluso los más insensibles respecto al fenómeno de la migración forzada, tarde o temprano, tendrán que ser más creativos a la hora de proponer soluciones.

 

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