Ricardo Peter, requiescat in pace

  • Pluma Invitada
Fue el domingo 4 de noviembre a las 09:31 horas cuando me enteré: murió Ricardo Peter.

Roberto Martinez Garcilazo

Fue el domingo 4 de noviembre a las 09:31 horas cuando me enteré: murió Ricardo Peter.

Yo estaba leyendo el tomo 3 de la Leyenda de Oro, de Ribadeneira, precisamente las entradas correspondientes al día (San Carlos Borromeo, arzobispo y confesor; Santa Modesta, virgen; San Bristán, obispo y confesor; San Juanicio, abad; San Amancio, obispo y confesor; San Pierio, presbítero y confesor; San Nicandro y San Hermas, mártires; San Porfirio, mártir; San Claro, presbítero y mártir; San Próculo, mártir; San Filólogo y San Patrobas; San Vidal y San Agrícola, mártires; San Emerico, confesor), cuando lo supe.

Un terrible dolor me atravesó. Sabía de su enfermedad pero ardientemente esperaba que se repusiera.

Extrañaba la calidez de su trato, su bonhomía, su amigable inteligencia. Una sola vez lo visité—sin avisar—en el hospital y no regresé porque pude notar su caballerosa incomodidad.

Pero además, yo tenía asuntos filosóficos pendientes con mi maestro, que ahora lamentablemente jamás podré saldar. El mayor de ellos era conversar sobre su libro más reciente, titulado “Sobre Jesús: la dimensión negada”, que a mi parecer—ya no pude argumentárselo—es una erudita y elocuente actualización de la herejía Ebionita, cruzada con una recuperación de Ernest Renan. El canon establece el dogma de que Jesús es divino y humano a un tiempo; la herejía y Renan sostienen que Jesús sólo es humano.

Como siempre me ocurre, cuando la muerte pisa mi jardín, desde hace algunos años hasta este día aciago, en vano busco el consuelo en la oración y en la lectura los clásicos. Nada mitiga el dolor ni el paralizante asombro ante la majestad incognoscible de la muerte.              

A Ricardo Peter lo conocí primero leyendo sus libros y después conversando cara a cara. Peter es un gran humanista, un pensador agudo y original, cuyas Obras Completas deberían ser publicadas por la BUAP, institución educativa a la que dedicó su vida.

Pocos lo saben, porque era de una discreción extraordinaria, pero Ricardo Peter fue embajador del primer gobierno sandinista en el Vaticano. Sin embargo, teniendo todo para hacer una larga carrera diplomática y política de nivel internacional, optó por la vida académica y se dedicó a la docencia, a la investigación y a la publicación de sus libros. La suya fue una decisión mayor, la elección de una vida dedicada a la lectura y la escritura, a la reflexión y a la enseñanza: el paradigma clásico de la vida virtuosa.       

Seguramente él me diría—sonriendo—que su muerte es la confirmación práctica, tangible, de su propuesta teológica de la Antropología del límite. 

Y aunque la de Ricardo Peter es una teología sin dios (así, con minúscula) amorosamente transgredo su creencia y pido a Dios por el descanso eterno de su alma.

NOTA CURRICULAR DE RICARDO PETER:

Doctor en Filosofía por la Universidad Gregoriana de Roma, Vivió en Roma durante 30 años, donde fue Redactor Cultural de la Radio Vaticana (7 años), Embajador de Nicaragua ante la Santa Sede (11 años), Embajador ante la Soberana y Militar Orden de Malta (10 años).

Profesor de Antropología del límite en la Universidad Gregoriana. Dictó cursos en la Universidad Centroamericana de Managua, en Instituto Patrístico de la Universidad Lateranense (Roma), en el Instituto Internacional de Psicología Clínica del Hospital Dermatológico de Roma, en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico y en Pontificia Universidad Salesiana de Roma. Miembro de la Red Global Clínica de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Fue autor de la elaboración teórica llamada TERAPIA DE LA IMPERFECCIÓN. Sobre su teoría psicoterapéutica se han realizado tesis de licenciatura, maestría y doctorado en México, Brasil, Italia, Venezuela.

De sus 25 libros destacan los siguientes: Una terapia para la persona humana, Honra tu límite, Líbranos de la perfección, Ética para errantes, La antropología como terapia, La imperfección en el Evangelio, El Papiro de Susana (novela-histórica), El oficio de ser falibles (aforismos terapéuticos), El escándalo humano, La desnudez de la existencia, y Hermenéutica del Asunto humano. Sus obras han sido publicadas en España, Italia, Brasil, Argentina y México.

Actualmente se encuentra en proceso de publicación su libro “Sobre Jesús: la dimensión negada”.

Fue profesor investigador, titular C, de tiempo completo, de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.  

 

Opinion para Interiores: