Remontándonos al significado de la palabra “democracia”, aquella definida por los griegos como “demos” que significa poder y “kratos” pueblo, vocablo que quiere decir: el poder del pueblo. Los filósofos clásicos llegaron a la conclusión que democracia es en primer lugar una forma de gobierno y el concepto es: el gobierno de muchos o el poder ejercido por todo el pueblo.

John Locke en su libro “Contrato social”, habla sobre la democracia entendida como “el pacto entre hombres, de un consenso entre la comunidad, el cual se hace por mayoría; un gobierno que tendrá bajo su obligación todos los miembros de la sociedad. Para que se constituya una sociedad se requiere una ley establecida, firme y conocida, “recibida y aceptada por un consenso común, que sea el modelo de lo justo y lo injusto” (Locke: 97). Los autores clásicos de la filosofía política le daban ya importancia a la opinión ciudadana y a la organización de la sociedad, un acuerdo común para una convivencia armónica.

La consulta pública es un ejercicio democrático, con el fin de tomar en cuenta la opinión de la ciudadanía para tomar una decisión. En días recientes el presidente electo: Andrés Manuel López Obrador ha manifestado su interés en una consulta respecto al nuevo aeropuerto; en su campaña afirmó que sería mejor agrandar el aeropuerto militar de Santa Lucía ubicado en Zumpango, Estado de México; sin embargo en fechas recientes consideró otra posibilidad: darle “continuación” al proyecto de Enrique Peña Nieto y seguir con el desarrollo del aeropuerto de Texcoco, por los gastos tan altos que este ha generado, aunque según el mismo había dicho durante su campaña que las posibilidades de hundimiento de suelo son muy altos. Esta situación, sobre la consulta pública, ha causado controversia pues queda claro que la mayoría no somos expertos en el tema, que es complejo y tiene muchas aristas, aunque sí es relevante que considere a la población, son los profesionales y el propio presidente quienes deben decidir.  

La consulta pública no es estrictamente proporcional a mayor democracia, sin embargo lo que sí es cierto es que la democracia debe ser participativa y consensual, es importante la opinión de la ciudadanía y un buen ejercicio democrático, pero no debe de ser determinante en la toma de una decisión.

La democracia es un concepto medible siempre y cuando se evalúen ciertas variables como los niveles de corrupción, la transparencia en las instituciones, la libertad de expresión, el respeto a los derechos humanos, la equidad de género; y en términos económicos: el ingreso per Capita, el nivel de inflación, crecimiento económico; además de educación, empleo y salud, entre otros.

La democracia es un sistema de derechos y responsabilidades, pero las condiciones necesarias para ejercerlos no se generan automáticamente con la mera existencia de las instituciones democráticas, se requiere de un Estado viable para su ejercicio (Przeworski: 36). Nuestro país cuenta con las instituciones necesarias en un país democrático, sin embargo el funcionamiento de estas y la falta de transparencia, conjugado con la corrupción  en todas las esferas de gobierno, han sido obstáculo para el desarrollo social y el crecimiento económico.

Por otro lado  la democracia no necesariamente toma en cuenta la opinión de los ciudadanos, pues existen países democráticos con una elección indirecta, es decir la mayoría de su población no define quién será el presidente, como en Estados Unidos, donde la elección queda a cargo de un Colegio Electoral, a pesar de esto, cuenta con los elementos que lo convierten en un país con una democracia óptima, por ejemplo la confianza ciudadana en las instituciones y en sus gobernantes de manera general, además de una buena economía.

Los países de la Unión Europea tienen una democracia desarrollada, no importando que sigan siendo regidos por la monarquía como Reino Unido y España; los reyes son Jefes de Estado; y el jefe de gobierno es el primer ministro en el caso de Reino Unido y presidente en España. Como toda democracia su base gubernamental es la constitución, además de los contrapesos en el poder legislativo y judicial. En estos países no se expone un tema a consideración del voto popular, porque simplemente las instituciones evalúan las posibilidad de un proyecto, por ejemplo el tema de los impuestos (que son muy altos) la gente confía en que serán bien distribuidos y que el dinero es tangible en las políticas sociales y de obra pública.

Cabe destacar que hay temas que no deben ser considerados para consulta pública y estos son relacionados a los derechos humanos, por ejemplo el derecho a decidir, la pena de muerte, la eutanasia, son asuntos inapelables, tienen que ver con el derecho del individuo sobre su propia vida. Las personas tenemos derecho a la vida y la libertad,  pero es el estado el que debe garantizar las bases adecuadas para una vida digna y libre.

Sobre los temas que se pueden poner a consulta pública son aquellos asuntos locales, es por ejemplo: el tránsito sobre alguna vialidad, los días de la recolección de basura. El tema de discusión sobre el nuevo aeropuerto, es un tema complejo y técnico, sobre el cual sí se  puede hacer una consulta pública pero sólo enfocada a la gente de los alrededores, ya que la vida de estos pobladores tendrá un cambio radical, pero la decisión final la debe tomar el propio presidente electo y el grupo de expertos dentro de los cuales están ingenieros ambientales, civiles y geólogos.   

La opinión de la ciudadanía respecto a un tema, no es sinónimo de democracia, la consulta pública sólo es una herramienta de esta forma de gobierno. La democracia es un concepto más complejo: es un sistema que incluye varios elementos importantes con mayor peso que la opinión del pueblo, y es el estado el que debe responsabilizarse que tengan buenos niveles las variables que constituyen una democracia

La consulta pública sólo debe ser considerada en asuntos de orden local y poco complejos, los temas que no deben ser sometidos a la opinión popular son aquellos relacionados con los derechos humanos e idiosincrasia.