Tiempo de mujeres

  • Norma Estela Pimentel
Nuevos liderazgos. Abramos camino. Igualdad de género. No discriminación. Vida sin violencia.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, si en verdad se quiere crear economías más fuertes, el logro de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) así como el mejoramiento en la vida de las mujeres, la familia y la comunidad en general, es necesario empoderar a las propias mujeres y desarrollar las condiciones plenas para su participación en la política, la economía, la cultura, los negocios y en las demás áreas de desarrollo (1).

En México,  las cifras de representación laboral por género son contundentes; según datos de la ONU, apenas el 43% de las mujeres en edad productivo-laboral, cuentan con un trabajo; mientras que para el caso de los hombres, la proporción es mayor, siendo ésta un 78%. Dicho organismo afirma que la participación de las mujeres no refleja la inversión educativa gubernamental ni el talento que ellas poseen. No se puede dejar de lado, la participación activa de las mujeres en el mercado de la economía informal así como en labores domésticas; compartiendo en ambos casos la condición de escasa protección y seguridad social así como remuneración limitada.

En materia de liderazgo laboral, según cifras proporcionadas por la socióloga Gina Zabludovsky, la presencia de las mujeres en los puestos intermedios de grandes corporaciones empresariales no supera el 23% mientras que dentro de los consejos directivos la cifra se reduce drásticamente a 5%. Otro aspecto, es la brecha salarial entre mujeres y hombres, aun considerando que una mujer y un hombre desarrollen exactamente las mismas actividades, la diferencia respecto a su remuneración oscila entre el 15 y 20 por ciento, pero contrariamente a lo que se pueda creer, esta brecha se hará considerablemente mayor cuando se trata de puestos de alta dirección (2). El año pasado, la revista Proceso reportó que durante 2016, el 10.3% de las mujeres señaló que tuvo menos oportunidades que un compañero varón para ascender en su trabajo.

No podemos omitir la diferencia salarial incluso entre las mismas mujeres; de acuerdo con cifras estimadas por la Organización Internacional del Trabajo, la diferencia salarial entre mujeres que son madres y aquellas que no lo son, puede variar hasta en un 30 por ciento (3) en detrimento de aquellas que manifiestan su maternidad.

La violencia sin duda es uno de los factores que mayor impacto genera en las mujeres dentro de su vida laboral; en México cerca de 22.6% de las mujeres, han sufrido algún tipo de violencia dentro de su ámbito laboral; de ellas, más de la mitad sufrieron esta situación al interior de alguna fábrica o taller, mientras que el 40% al interior de alguna empresa privada. Los tipos de violencia de género laboral se concentran principalmente en hostigamiento, humillaciones, intimidación sexual o discriminación por embarazo. Las entidades de la república que mayor cantidad de casos de violencia laboral reportan son Chihuahua, Coahuila, Querétaro, Baja California Norte y Quintana Roo (4). Quién no sentiría molestia al conocer que una mujer debe tolerar que al referirse a ella, hagan  alusión a un animal que requiere ser enjaulado, por ser aguerrida al momento de defender sus ideales? O ¿qué empresa debiera promover a quienes con base en intimidación psicológica o física, obligan a mujeres a firmar algún documento que las comprometa para “salvar” las espaldas de un hombre?

Dentro de la Agenda 2030 de la ONU, misma que se implementa en nuestro país, se planteó un gran reto: lograr la igualdad de género así como de derechos humanos de las mujeres y las niñas; lo anterior a través de una acción conjunta entre gobierno, sociedad civil y sector privado. Para esto, se proponen seis principios para lograr el empoderamiento de las mujeres en al aspecto laboral:

-- 1) Dirección que promueva la igualdad de género, que prime los derechos humanos y la generación de políticas directas

-- 2) Igualdad de Oportunidades y No Discriminación, donde se ofrezca la misma remuneración y la participación creciente de las mujeres.

-- 3) Salud, Seguridad y Vida Libre de Violencia, instauración de una política de tolerancia cero a cualquier acto de violencia de género.

-- 4) Educación y Formación, para favorecer las competencias y herramientas de las mujeres como coaching, tutorías y creación de redes con Organismos de la Sociedad Civil, incluso internacionales.

-- 5) Desarrollo Empresarial, donde se extiendan las relaciones y liderazgos de las mujeres en ambientes de dirección y servicios; de igual forma donde se fortalezca la colaboración y se cree un ambiente laboral adecuado para garantizar la dignidad.

-- 6) Liderazgo Comunitario y Compromiso, promoviendo a través del ejemplo la igualdad de género y empoderamiento de la mujer, trabajando con representantes de la comunidad y socios, garantizar la representación de la mujer y utilizando programas de becas para poyar la vocación. 

Gracias a estimaciones y a métricas proporcionadas por organismos internacionales, es posible identificar las áreas de oportunidad que las empresas e instituciones tienen que implementar para mejorar las condiciones laborales de las mujeres en México y en el mundo. Es un hecho que cuando el número de mujeres ocupadas crece al interior de una organización, la economía indudablemente también crecerá. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico establece una relación directa entre el aumento de la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo y un crecimiento económico acelerado (5).

Asimismo, y considerando las propias conclusiones del Foro de la Agenda del Modelo de Desarrollo y Paridad 2018 celebrado en la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México el día 06 de marzo, es imprescindible que las organizaciones opten por la capacitación y la profesionalización de las mujeres pues la mejora en las condiciones de acceso al trabajo y la igualdad permitirá que las mujeres obtengamos libertad. La educación formal e informal que tenga como objetivo empoderarnos nos dará acceso a nosotras y a nuestras hijas no solo a mejores trabajos y condiciones de equidad, sino la oportunidad de vivir como queremos, sin depender de momentos históricos adecuados para pedir; en cambio nosotras construimos la historia con nuestras decisiones.

“Lograr la igualdad de género en el trabajo es indispensable para el desarrollo sostenible” – Leticia Juárez

Referencias:

-- 1. Principios para el Empoderamiento de las Mujeres en las Empresas, Organización de las Naciones Unidas, México, 2016. 

-- 2. Zabludovsky, Gina: Las Mujeres en los ámbitos de poder económico y político de México, Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, Nueva Época, Año LX, núm. 223, enero – abril 2015, UNAM, México.  

-- 3. Organización Internacional del Trabajo, Informe Mundial sobre Salarios 2014/2015, Suiza. 

-- 4. Cruz, Juan Carlos: La violencia de género afecta al 66.1% de las mujeres en México INEGI, Proceso, Agosto 2017, México. 

-- 5. Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Gender Equality in Education, Employment and Entrepreneurship: Final Report to the MCM 2012

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Norma Estela Pimentel

Abogada certificada por la Barra Mexicana de Abogados. Autora del e-book “Marco jurídico de las comunicaciones”. Speaker Tedx BUAP Wowen 2019. Impartió seminarios y diplomados con perspectiva de género