Gasolina para todos

  • Martín Michel Rojas
El acuerdo con los empresarios. El manejo electoral. Lo que puede hacer el siguiente presidente.

No es de sorprendernos que la gasolina va a la alza, y que cada día aumenta uno o dos centavos, pero a comparación del movimiento social y los saqueos en enero del año pasado, hoy ya nadie dice nada, ¿será síntoma de la resignación social? ¿indiferencia e impotencia ante la inutilidad de intentar hacer algo?

 

Que si se debe a la reforma energética, sí, que si debe a la liberación del precio de la gasolina, también, que si es consecuencia del último año de gobierno, por supuesto; todo influye y es parte del sistema que como mexicanos hemos permitido, bien mencionaba el político francés Joseph-Marie, “el pueblo tiene el gobierno que se merece”. Lo más preocupante no es que la gasolina siga subiendo, sino la pasividad ciudadana ante el hartazgo social que se ha generado a consecuencia de una política mediocre y una ciudadanía conforme.

 

El hidrocarburo más importante de la economía mexicana, llegará a los 20 y 21 pesos por litro para marzo de este año, tanto premium como magna; este fue el común acuerdo que estipularon los empresarios de este sector, ya que ahora aunque el mercado “sea competitivo” con la entrada de nuevas empresas ajenas a PEMEX, el control de su precio depende de todos ellos. La idea es que una vez que llegue a este precio, cada principio de año se aumente de manera gradual como  estábamos acostumbrados.

 

La única excepción que iremos a ver en el precio, será pasando las elecciones, ya que el nuevo presidente, seguramente acordará la baja al precio de la gasolina como señal de confianza y certidumbre al pueblo ante el nuevo gobierno, legitimando así su triunfo; sin embargo, solo será temporal y posiblemente regrese a los 18 pesos que hoy conocemos, así que prácticamente juegan con nosotros, digámosle adiós al precio de los 16 pesos, pasará a la historia y será solo un recuerdo o inclusive un mito.

 

En fin, hay gasolina para todos, lo que no hay es que todos la logren pagar porque el efecto de esta alza, seguirá abonando a tener ricos más ricos, y pocos, y pobres más pobres y muchos, reforzando la idea antagónica del pobre y el rico, del México de los contrastes, del México en el que no pasa nada aunque todos se quejen. El efecto a la canasta básica será rotundo ya que el transportista que llevaba los bultos de frutas y verduras para surtir al mercado, tendrá que subirle al precio en que los vende, pues le salió más caro el traslado con el que llegó, la comerciante al pagar más por el producto, tendrá que venderlo más caro para recuperar lo que pagó al surtidor y así sucesivamente se dará el efecto dominó.

 

¿Y el huachicol? Seguirá siendo negocio, ya que aumentar de esta manera el precio de la gasolina, hará que una familia piense dos veces en su economía y por lo tanto considere arriesgarse a comprar el huachicol, que va de los 7 a los 11 pesos, haciendo que este sistema en el que se mueve el país se convierta en un círculo vicioso de nunca acabar. Bendita reforma energética, bendita “competencia”, bendito PEMEX y benditas elecciones…, puras bendiciones.

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Martín Michel Rojas

Joven apasionado por la vida y el bien común, profesionista de la Comunicación y Maestro en Humanidades Anáhuac Puebla. Escritor, conferencista -dramaturgo motivacional. Fundador “Speaker Show, Formando con Locura”, empresa de eduentretenimiento