Múltiples cabos sueltos se observan y recogen aquí y allá en el ambiente político, que es bueno tocar y exponerlos. Algunas son informaciones trilladas y falsas. Otras, verdades a medias. Las más, informaciones para engañar o enganchar incautos. Se tiran anzuelos a una población desinformada o ignorante. Pero en este mar, hay un segmento cada vez mayor de población con buen grado de educación, y actitud analítica y crítica. Este porcentaje, para fortuna del país, crece y se multiplica.

Al vuelo, ahí van algunos tópicos que circulan en los medios, en los díceres y cafés.

AHÍ VIENEN LOS RUSOS. Hay propagandistas perversos y torpes que insisten en manipular a la sociedad mexicana con el fantasma del comunismo. Todo mundo sabe que el socialismo soviético acabó hace casi 30 años. Hoy Rusia es dominada por un capitalismo salvaje igual o peor que el estadunidense. Con el agregado de que los cárteles de mafias y negocios están en el poder y el presidente Putin no es ajeno a todo esto.

Ese país está entre los 10 con mayor producción petrolera del mundo. Qué diablos querrá con el petróleo mexicano. Además, los hidrocarburos del país ya fueron concesionados en este gobierno. Ya no hay nada.  Hace unos días, la petrolera Schell se llevó la última tajada.

Una prueba de que la sociedad es cada vez menos susceptible de manipulación con estos temas, es que la versión de cercanía de AMLO  con los rusos sencillamente no trascendió. Y él la desarticuló con humorismo. Por el mismo camino van los ataques que lo vinculan con Venezuela y Maduro. La vida institucional del país y los vínculos del propio Andrés Manuel con ciertos sectores hacen inverosímil este recurso propagandístico.

AL DIABLO CON LAS INSTITUCIONES. Se ha intentado  también traer a cuento esta frase de AMLO. Hoy, buscando ponerla al día con el calificativo de “alcahuetes y maiceados” a jueces y magistrados. Estos términos no parecen descalificadores, más bien  descriptivos. Y es que habría que precisar, la mayor parte de las instituciones están bien en el papel, pero  en la práctica sus titulares o quienes mandan las han vuelto inútiles, corruptas… o en el mejor de los casos las han copado y puesto al servicio del poder, no de los ciudadanos (INE, Fiscalía de Delitos Electorales, etc.)

México es evaluado en los peores sitios en materia de estado de derecho y justicia; la inseguridad, la delincuencia (con y sin cuello blanco y cargo público) no recibe castigo; más del 90 por ciento de los delitos no se sanciona; los delincuentes quedan libres con dinero, sean estos asaltantes de OXXO o capos de todos los cárteles; los gobernantes tienen escaleras de escape para evadir la ley y una treintena de funcionarios del gabinete de Peña Nieto se alista para senadurías y diputaciones como escudos de impunidad. Futuro y fuero se escriben con efe.

La creciente ola de linchamientos en el país (Puebla casi en la cúspide por el número de estos, más las costras de nepotismo de jueces y magistrados que forman toda una casta dorada en la mayor parte de los órganos de justicia) es un efecto de la misma causa: una injusticia en la que la gente no cree ni confía. ¿Al diablo con las instituciones?, sí, eso lo practica a diario el poder en sus tres niveles, la partidocracia… y lo grita la gente.

Por si faltara sustento a esta descripción, la encuesta más reciente de Mitofsky (2 Febrero 2018/El Economista) confirma, una vez más, lo que ya sabemos: la calificación promedio de las 17 principales instituciones del país, en materia de confianza pública, es de 5.9. Las peor calificadas son: partidos, sindicatos, diputados, policía, presidencia, senadores y Suprema Corte, de 5.6 hacia abajo. Hasta el fondo, con 4.4 los partidos.

ESTADOS UNIDOS, TAMBIEN ASUSTA. Buscando azuzar trasnochados temores propios del anticomunismo y la guerra fría, (orientados hacia sectores de la derecha mexicana más rancia, donde hay una corriente grande de priístas.. a veces pareciera que más que en el PAN, aunque usted no lo crea) viene el secretario de Estado estadunidense Rex Tillerson y deja su mensaje.

Advierte de la probable intervención rusa en la elección mexicana. Sí, el camello hablando de jorobas. Suman cientos las intervenciones estadunidenses en los países latinoamericanos, desde operaciones clandestinas o encubiertas, hasta golpes de estado. En México, el ungimiento de Victoriano Huerta y asesinato de Madero en 1913, al paso del tiempo parecería un ensayo del pinochetazo contra Allende. Yo le llamo Augustiano Pinochuerta.

EL OTRO PAN, SENSIBLE.

En esta cauda de giros políticos, destacan las posturas y comentarios de dos conspicuos panistas, de los más ilustrados y fieles a su causa y color. Sin renegar de su pertenencia política y militancia, Germán Martínez (ex presidente nacional de ese partido) y el senador Gil Zuarth, en sendos artículos y declaraciones públicas, alzan la voz con tono reflexivo, hacia sus correligionarios y a la nación respecto de la contienda presidencial.

Coinciden en que sólo desde la torpeza sería vigente hoy la bandera de ver a AMLO como un peligro para México, pero van más allá, llaman a atender a millones de mexicanos que siguen al tabasqueño, como se ve en las plazas y se lee en las encuestas, y que lo pertinente sería, gane o pierda, sentarse a la mesa con él a dialogar y proponerle una agenda mínima como materia de compromisos si llega a la presidencia.

Sus razonamientos realmente son de lectura obligada, proviniendo de figuras que han sido adversarios jurados, públicos y debatientes de López Obrador, y que además, no abdican de su credo político.

En fin, el día a día deja un alud de temas que aumenta en volumen y calidad a medida que sube de calor la contienda política.

Los seguiremos repasando.

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