Desde un punto de vista social, la fe es la esperanza, es aquello que mitiga el dolor y alivia la mente del hombre, regula las normas del comportamiento (individual o en grupo), es la virtud que las personas tenemos para creer, creer en las ideas que se han construido, en lo que representan ciertos sucesos y el impacto que causan estos, es lo que alienta y ánima a continuar a pesar de lo difícil que puedan ser las circunstancias.

Inicia la temporada en la que la fe se vive al máximo en México, después de un suceso doloroso al  que estamos sometidos todos los seres humanos y de haber pasado por un dolor inexplicable, llega la fecha en la que la muerte se aprecia desde otra perspectiva.

La muerte ya no duele, se ha aceptado con fe, ya no causa sufrimiento, solo queda el recuerdo de aquella persona que partió, conforme pasa el tiempo es mayor la posibilidad de reconciliarse con este suceso.

Existe la fe y es lo que permite que haya esperanza de creer lo que a cada quien le hace sentir bien. ¿Vienen los muertos? ¡Es una idea extraordinaria por la que seguramente todos apostaríamos! Sana nuestra mente y el corazón, es una propuesta que se impone y anula la idea de lo inexistente… qué importa lo que hay después de la muerte, si es buena o mala, si existe el cielo o el infierno, si está con Dios o suspendido en el espacio, ahora solo queda esperar que llegue el momento en que los muertos regresan, cierto o no, es una tradición que mantiene la fe de las personas, que identifica a todos con esta experiencia y que de acuerdo a las posibilidades de cada quien, se espera y se  festeja al máximo.

¡Preparar lo que le gustaba a aquella persona que significó tanto! Es una genial oportunidad para vivir desde el deseo, del recuerdo, es un motivo para estar felices, ocupa nuestra mente con ánimo y entusiasmo, inspira el alma y hace soportable aquello de lo que jamás pensamos que podríamos sobreponernos, es una oportunidad para revivir los recuerdos y con ellos a todas las personas que ya no están.

México espera a sus muertos con una fiesta, sea cual sea la realidad.