¡A fuerza es “Regular”!

  • Alejandra Fonseca
Diagnóstico sobre el trabajo sexual. Distinguirlo de la trata de personas. El caso de Argentina.

Hace un año fui llamada por el entonces Secretario de Gobernación Municipal de Puebla, Mtro. Juan Carlos Morales Páez, para hacer un diagnóstico de la prostitución en el primer cuadro de la ciudad de Puebla donde no sabían cuántas personas había dedicadas al trabajo sexual. La Administración no  sabía cómo abordar el tema ni a estas personas—como a la fecha. Me aboqué a realizar y ejecutar el proyecto, donde el concepto clave, era (y es) “La Regulación del trabajo sexual”.

Después de dos meses exitosos de obtener un diagnóstico donde se informó que eran más de 500 trabajadores y trabajadoras sexuales autónomos en vía pública, y compartí las anomalías encontradas así como los indicios de corrupción, además de argumentar para distinguirlo de la Trata de Personas, sucedió el desastre: la entonces Regidora de la Comisión de Derechos Humanos e Igualdad de Géneros, Nadia Navarro Acevedo (actual Titular del Instituto Poblano de las Mujeres del Estado de Puebla) me mandó llamar “porque quería saber exactamente qué estaba haciendo con estas personas”.

Acudí a la cita el día y hora señalados y de entrada me pidió el proyecto. Se lo mostré y le amplié las acciones que había llevado a cabo en tiempo record, y sola. Muy molesta se enfrascó en atacarme con la palabra “regular” y argumentó que era abogada y me estaba metiendo en un problema legal grave. Señalé que ese programa fue elaborado desde dentro del gobierno municipal con ese concepto desde hace 30 años conjuntamente con el Dr. Antonio Alejandro Carcaño Martínez (DEP), mi mentor permanente, pero no entendió razones y presionó para que me dieran las gracias.

La semana pasada leí en la revista Proceso, el no. 2120 del 18 de junio de 2017, el análisis  de Martha Lamas titulado “Puta Feminista” (http://www.proceso.com.mx/492155/puta-feminista) donde señala puntualmente el caso de Buenos Aires, Argentina, donde una juez conminó al gobierno de la ciudad de Buenos Aires, a dejar de allanarle su vivienda a Georgina Orellano, trabajadora sexual autónoma, y la juez señaló muy claramente:  “Si el gobierno quiere ser el ente regulador de la prostitución, debe primero regularla”. Lamas señala: “Este fallo judicial tuvo el mérito de poner en evidencia la forma en que las políticas antitrata no diferencian entre trata y trabajo sexual, justo lo que ocurre también en México.” ¡Claro que es “Regular!”

Tanto la Regidora como el Secretario de Gobernación antes mencionados, ya no están en esos puestos. Pero de igual manera las autoridades del Ayuntamiento del Municipio de Puebla no saben qué hacer más que evidenciar su carácter punitivo con multas en Juzgados Calificadores o corrupción por doquier. Y aunque la palabra es precisa, certera, correcta, segura, cierta, ahora contundente por estas precisiones de la juez argentina que Martha Lamas nos da a conocer, sólo es irrebatible, infalible, terminante y axiomática si y sólo sí, (diría Carcaño), saben regular… Y no saben; a la fecha mencionan la creación de una “zona roja” cuando el mundo todo ya cambio.

A fuerza que es “Regular”, pero para mencionarlo y proceder, hay que saber qué significa y saber hacerlo. Y repito, no saben.

 

alefonse@hotmail.com 

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Alejandra Fonseca
Psicóloga, filósofa y luchadora social, egresada de la UDLAP y BUAP. Colaboradora en varias administraciones en el ayuntamiento de Puebla en causas sociales. Autora del espacio Entre panes