Existe una dualidad determinante, el bien y el mal, lo bueno es lo moralmente aceptable pero, en realidad ¿existe alguien “bueno”?  La bondad sugiere seguir reglas, lineamientos, patrones, modelos… sin embargo no siempre es así y el hecho de que una persona no cumpla con estas expectativas o tenga fallas tampoco la hace una mala persona  ¿cómo se le califica a una persona que ha hecho el mal de manera consciente pero también se guía a través de actos buenos?

     Lo malo son los actos que se hacen de manera consciente y que perjudican a alguien o causan algún daño, lo inadmisible, lo irreverente.

     Una persona que comete actos malos le causan un daño irreparable en contra de su dignidad, no necesariamente es en contra de otra persona, ir en contra de tus principios te denigra, una guía importante de mencionar (de acuerdo a la cultura que predomina en México) es el cristianismo, los 7 pecados capitales se refieren a los vicios y los 10 mandamientos al valor de la dignidad.

     La soberbia, la lujuria, la gula, la avaricia, la envidia, la ira y la pereza, solo son el reflejo de los excesos, el desorden, la ambición y el descontrol; los 10 mandamientos mencionan la lealtad a lo que se cree, la honradez, el compromiso con tus creencias, no causar daño de ninguna índole a nadie, sugiere guiarte con la verdad a través de las acciones y del pensamiento.

     Es importante ampliar la visión hacia lo bondadoso, los actos malos se dispensan de acuerdo al arrepentimiento y a la corrección de estos; si una persona ha cometido una mala acción tiene derecho a corregir sus actos y tiene la oportunidad de guiarse a través de la bondad.

     Las personas cometen actos malos de manera consciente e inconsciente, lo que varía es la gravedad de las circunstancias, generalmente los actos que se planean suelen dañar más, una persona no es buena ni mala, simplemente es una persona capaz de hacer el bien y el mal.

     ¿El fin justifica los medios? De acuerdo a lo que la ética y moral proponen, no. Lo bueno y lo malo se guían por la calidad de los actos y ningún fin disculpa la maldad.

     La estética es el área de la filosofía que estudia la esencia de la belleza; los valores estéticos se ejercen al margen de un buen funcionamiento psicológico, social, político o económico de un sector. Si la esencia del ser humano es la perfección ¿cómo es que un ser humano puede ser imperfecto? La perfección es consecuencia de la imperfección, ya que esta es identificada como lo erróneo, de acuerdo a  Vittorio Gassman (2016): “nuestras imperfecciones nos ayudan a tener miedo. Tratar de resolverlas nos ayuda a tener valor”.

     El ser humano tiene como esencia guiar sus actos a través de lo bueno, lo bonito, la verdad, lo puro, sin embargo, surge la maldad en el momento en que se toma ventaja sobre las situaciones, cuando las personas se ven favorecidas aplicando el menor esfuerzo. Marx (1986) explica que “a través de la estética se esclarece cuanto ha perdido el hombre en esta sociedad enajenada, y vislumbra así cuanto puede ganar en una nueva sociedad, en las que se rijan a partir de unas relaciones verdaderamente humanas”.

     Un hombre que ha cometido actos malos, que se ha perjudicado o que ha dañado, tiene la misma capacidad que cualquier persona para perfeccionarse, a reserva de que sus condiciones mentales no le favorezcan, los seres humanos son sociales por naturaleza y una aportación para reforzar esta tendencia es trabajar para favorecer los bienes comunes y así disculpar los errores que todas las personas cometen (consciente o inconscientemente), las personas que están en prisiones son “malas” porque cometieron un delito (algo prohibido que causó un daño), pero también es válido el arrepentimiento ya que de acuerdo a estudios realizados que fundamentan la conducta homicida, son acciones basadas en un origen social más que biológico, o sea, que se encuentran en óptimas condiciones para reflexionar, valorar y enfrentar los resultados de una mala decisión.

     Lo malo refleja estética en el momento en el que se permite la asimilación de lo erróneo y encausa a la perfección. Lo que hasta este momento se distingue como lo malo es lo que no debe de ser, quizá guiándose en el sentido común, sin embargo, son lineamientos que a veces conviene  cuestionarse, ya que el tiempo en que se establecieron estas normas sociales varían significativamente en nuestro contexto actual. Un ejemplo de ello es el aborto.

     Si una persona no es capaz de actuar con honestidad, jamás podrá tener una visión clara de su persona y de sus fallas y mucho menos de aceptar sus responsabilidades, vivirá continuamente en la mentira, en la conformidad, en la culpa, y con la incapacidad mental para saber que puede mejorar, hay daños irreparables que aun con el arrepentimiento no se disculpan, pero a pesar de esto, quien haya cometido un error tiene la facultad de actuar bien, no se perdona ni se justifica el error, solo se cree en la nueva oportunidad para mejorar.

     La esencia de la estética es humanizar (conocer el objetivo del ser humano), encontrar la plenitud (sentirse satisfecho) e idealizar su persona (trascender). El objeto de lo estético revela la esencia del hombre, que es vivir para trascender con dignidad.

     Ser bueno no se califica por la manera de conducirte sino por la disposición de mejorar como persona, existen personas pasivas que aún no conocen sus capacidades y eso tampoco las hace buenas por que viven de manera estática, omitiendo su capacidad de sobresalir.

Es necesario deshacernos de la miseria mental con la que se vive, dejar de justificarse, de sentirse culpable, de quitarse la condena o penitencia de haber obrado mal y entonces corregir lo malo con sensatez, honestidad y prudencia. Se tiene la capacidad de mejorar, el inconveniente es que no todos tienen la voluntad para hacerlo. Algo importante que se debe dar a conocer es que no existen personas buenas o malas, solo actos buenos y malos. Una característica esencial del ser humano es convertir todas sus acciones en cultura, aprender y corregir lo malo; enaltecer lo bueno.

“La razón puede y debe encontrar la dimensión objetiva de la verdad. Solo encontrándola es posible superar las diversas tentaciones del pensamiento: el escepticismo y el relativismo, el indiferentismo y la superficialidad o un racionalismo que distorsiona la realidad”. (CEM, p. 100)

     El común entre el bien y el mal es el acto como tal, lo distinto es el fin, los actos malos sobrepasan la dignidad de las personas, van en contra de lo que se establece en el cristianismo, mismo que permite identificar de manera clara lo bueno de lo malo, pero lo malo es sometido a una valoración y se deduce una penitencia como castigo de los actos, sin embargo, es más que eso, es un arrepentimiento y genera un nuevo enfoque; lo malo no limita, es un impulso para mejorar. La esencia humana debe concentrase en “el buen actuar”, el contexto actual, no se necesitan personas con culpa o remordimiento, se necesita personas arrepentidas con la intención de mejorar, de actuar humanamente, satisfechos y magnánimos, capaces de dar lo mejor de sí.

Bibliografía

Aguiar, C. (2012): “Educar para una nueva sociedad” Conferencia del Episcopado Mexicano. México.

Diccionario filosófico. Estética. http://www.filosofia.org/filomat/df649.htm

Grossman, Vitorio (2016): La mente es maravillosa. La perfección que habita en la imperfección. https://lamenteesmaravillosa.com/la-perfección-habita-la-imperfeccion/

Sánchez, Nyx (2011). El contexto social moderno y los factores psico-sociales en la conducta homicida en internos del CERESO de Tlaxcala. (Tesis de pregrado) Universidad Autónoma de Tlaxcala, México.

Sánchez, Adolfo (1986): “Las ideas estéticas de Marx”. México. Editorial: Era