La adicción a los derivados del opio. Un problema en crecimiento

  • José Ramón Eguibar Cuenca
Riesgos del uso del opio y sus derivados. El cerebro humano madura a los 21 años de edad

En el reciente congreso de la Society for Neuroscience, la Dra. Yasmin L. Hurd mostró datos impresionantes acerca del problema con el uso legal e ilegal de los opioides. De hecho, en los Estados Unidos de Norteamérica mueren diariamente 125 personas por sobredosis de heroína y sus derivados. Esto debido a que además de los consumidores de heroína ilegales (un opioide obtenido de la amapola). Paralelamente están los adictos legales por prescripción médica de dogas del tipo de la morfina, otro derivado de la amapola, que se usa para el tratamiento del dolor de diversa índole. Las drogas para el tratamiento del dolor ya rebasan el consumo ilegal de heroína, las estadísticas así lo muestran ya que existen 2.5 millones de adictos a la heroína (ilegal) y el número de adictos a drogas legales derivados de la morfina obtenidas de manera legal por prescripción médica asciende ya a 4.5 millones, un 80% más que las drogas ilegales.

El problema de la adicción es similar en ambos grupos y la Dra. Hurd mostró datos muy claros de la vulnerabilidad de las personas debido a la genética y al nivel de maduración cerebral que se tiene a la adicción a drogas opioides o bien a otras drogas como la marihuana con 25 millones de adictos. De entre los jóvenes de 14 a 18 años de edad es ahora más común el consumo de marihuana que de tabaco, lo que constituye un problema emergente en la salud pública.

Un aspecto importante es que la neurobiología ha mostrado que la madurez plena del cerebro se alcanza hasta los 21 años, cuando una zona del cerebro por atrás de la frente, denominada corteza prefrontal, establece las comunicaciones con otras áreas del cerebro y ejerce un control sobre la impulsividad, las conductas de riesgo y las adicciones. En base a estos datos del desarrollo del cerebro, la edad para la venta de alcohol, droga legal, para los jóvenes es ahora de 21 años, un aspecto que muestra que la investigación científica puede ayudar a establecer políticas de salud. Por otra parte, es necesario establecer controles para el uso de opioides que se emplean para el tratamiento del dolor donde se deben tener controles más estrictos en su prescripción. Un aspecto grave en México es que sólo criminalizamos a las drogas, pero no tenemos un registro de adictos que nos permita establecer las políticas de salud pública que requerimos.

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José Ramón Eguibar Cuenca

Director General de Investigación de la Vicerrectoría de Investigación y estudios de Posgrado BUAP, médico de profesión y doctor en neurociencias. Es miembro del SNI y la Academia Nacional de Medicina