El hostigamiento sexual es una práctica que refleja el comportamiento lascivo de personas inseguras y diría que hasta incapaces de conquistar a una mujer por cualidades propias. Que un hombre moleste a una mujer con comentarios o conductas sexuales también habla de vacíos emocionales, insatisfacción y falso empoderamiento por ocupar cargos públicos y/o privados de relevancia.

Sin entrar en feminismos radicales pero hay hombres que sin una estructura familiar sólida o emanados de una educación machista tienden a faltar el respeto a las mujeres; en el afán de aceptación recurren a comentarios o chistes de mal gusto u ofensivos.

Siempre he pensado que la masculinidad es algo más que "hormonas encendidas" pero hay quienes sin importar su condición de padre, esposo, hijo o hermano tratan a las mujeres de manera despectiva, burda, grosera. Que alguien les diga que la cortesía y el respeto nunca pasan de moda.

El acoso sexual viene a colación porque fue noticia la última semana aunque es un problema cotidiano que afecta a muchas mujeres en su autoestima; sin embargo por vergüenza o falta de comprensión de la pareja o del superior inmediato prefieren aguantarlo que denunciarlo.

Ni siquiera la xenofobia pudo restarle a Donald Trump tantos puntos en las encuestas como sus escándalos sexuales. De muy mal gusto sus comentarios hacia las mujeres y lamentable su descaro al afirmar en el último debate que ni siquiera había ofrecido una disculpa a su esposa porque todas las historias eran ficción. Aunque sinceramente la justificación de Melania Trump (de que su marido había sido incitado) habló peor de él y de su dignidad como mujer.

Pero el acoso sexual no sólo aparece en tiempos de campaña sino es una conducta repetitiva en la esfera pública y privada de muchos países de primer mundo, como Francia.

Retomo parte de la publicación de la nota de BBC Mundo:

"El momento cómico de un programa de la televisión francesa terminó siendo un acto repudiado por muchas mujeres que han alzado la voz para rechazar el comportamiento de un periodista".

"Jean-Michel Maire estaba en el escenario del programa "Les 35 heures de Baba" con la actriz Soraya Riffi, recreando la escena del robo que vivió Kim Kardashian en París el pasado 3 de octubre.

"En un momento, Maire le pide un beso a Riffi, quien voltea la cara en señal de rechazo, pero el hombre aprovechó que ella estaba mirando hacia el otro lado para besar uno de sus senos".

Esta agresión en televisión se convirtió en una condena pública que dará paso a una investigación oficial en contra del periodista. La actriz más tarde en sus redes sociales intentó "minimizar" el hecho al enterarse que la hija de éste decidió retirarle la palabra a su papá y no ir a la escuela (pero el daño a su imagen y su familia está hecho).

Faltar el respeto a una mujer atenta contra su dignidad y lastima la convivencia social. No está en la naturaleza de los hombres pellizcar traseros o tocar los senos de una mujer sin su consentimiento; es una forma absurda de justificar el abuso.

¡No es no! es una exclamación que deberían incluir papás y maestros en la enseñanza de los niños y adolescentes. Ni la ropa, ni el maquillaje, ni el cuerpo, ni la circunstancia (trabajo, transporte público, calle u hogar) tienen por qué motivar un hostigamiento o agresión sexual. El respeto es clave en la construcción de relaciones humanas funcionales y quien no lo entienda así tiene un serio problema.

Mención aparte merecen los caballeros que anteponen su educación frente a las mujeres; a ellos hay que cuidarlos y valorarlos. Afortunadamente no todos los hombres son iguales.

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