Educación financiera para la vida y el desarrollo social

  • Alberto Jiménez Merino
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No importa cuánto ganas sino cómo gastas, cómo ahorras y como inviertes, y es muy cierto que un centavo no te hace millonario, pero es el principio.

El sonido del éxito económico es el que hacen dos centavos en el bolsillo del hombre o el monedero de la mujer, quien no lo ha escuchado, va a tener siempre problemas económicos.

Lamentablemente 80 de cada 100 mexicanos no han tenido educación financiera, no nos enseñaron a hacer las cuentas más importantes, las cuentas de la vida. La escuela no las incluye en sus contenidos educativos. Y las matemáticas todavía adolecen de un buen método de enseñanza. A mí me las enseñaron con terror, como veo se sigue haciendo.

Se enseñan mucho las tablas, la geometría, pesos y medidas, quebrados, cálculo diferencial e integral, trigonometría. Además de la historia universal, los ríos del mundo, los jardines de Babilonia, las Cruzadas. Pero no le hemos enseñado a la gente a hacer sus cuentas.

Qué cantidad de  alimentos necesitamos, cuánto en ropa, en agua, en calzado; cuáles son los gastos más importantes, los indispensables. Cuánto puedo producir, cuánto abono necesito aplicar a la tierra o cuánto le doy de comer a mis animales y cuánto debe rendir. Cuánto cuesta producir las cosas y a cómo se deben vender.

Se nos olvidó preparar a la gente en las cuentas de la vida. ¿Será por eso que el “tanteómetro” es el instrumento más utilizado para cualquier situación donde hay que cuantificar? ¿Será por eso que más de la mitad de la población nacional está en condiciones de pobreza? Porque 33 millones de personas conforman el rezago educativo, el conjunto de quienes no saben leer, escribir o no terminaron primaria o secundaria.

Debemos conocer las necesidades diarias, cuantificarlas para poder satisfacerlas, determinar necesidades de ingreso para poder tener una meta, conocer costos de procesos y diferenciarlos de los gastos. Tenemos que registrar información para poder tomar decisiones y mejorar continuamente lo que hacemos.

En el medio rural los niveles productivos son muy bajos, producto de una forma tradicional de la práctica agropecuaria y acuícola, extractiva en la mayoría de los casos y sin el conocimiento de costos, sin el hábito de anotar, y la memoria continuamente nos deja en mal.

Dos terceras partes de la Población Económicamente Activa de Puebla,  280 mil personas, viven con menos de 60 pesos diarios, casi el 75 por ciento de su ingreso lo destinan a conseguir alimentos. La mitad de ellos, no tienen ingresos registrados. Viven de aprovechar los recursos naturales, ya bastante devastados y de los programas sociales. Hay más de 150 mil beneficiarios del PROAGRO PRODUCTIVO.

Por ello, resalta el trabajo que el Programa Estratégico de Seguridad Alimentaria -PESA/FAO/SAGARPA- realiza en nuestro estado. El Gobierno de la República destina a Puebla 230 millones de pesos para la atención de 84 municipios, y 800 comunidades que se atienden con 30 Agencias de Desarrollo Rural, para beneficio de 12 mil familias. En 2013 y 2014 la cifra de recursos destinados por el Gobierno del Presidente Peña Nieto sumarán 460 millones de pesos.

Desde el 2013 se introdujo en cada Agencia del PESA-FAO un especialista en Educación Financiera con el propósito de promover la capacitación básica y desarrollar Fondos Comunitarios de Ahorro y Préstamo. Se ha motivado y orientado a la gente sobre la importancia del manejo de sus recursos financieros, se han integrado un total de 150 fondos con más de mil 800 participantes en 80 municipios

Recientemente se realizó un encuentro de Intercambio de Experiencias entre los 25 fondos comunitarios más avanzados. Inicialmente todos con una gran desconfianza por temor a lo desconocido. Sin embargo, todos mencionaron también que es la orientación, la motivación y la capacitación la base de su actual desarrollo.

Los participantes, en su mayoría mujeres, destacaron los grandes beneficios de crear el hábito del ahorro y la importancia de orientarlo a la atención de necesidades apremiantes: salud, educación y a la inversión para procesos productivos que generen ingresos. Los problemas unen a las personas, el ahorro las mantiene juntas, progresando. Hasta los más pobres pueden ahorrar y mientras más temprano se enseñe, es mucho mejor.

La educación alimentaria, ambiental, productiva, el conocimiento de las habilidades y talentos de las personas y la educación financiera son los pilares del desarrollo personal y social. No atenderlo es la causa de la pobreza creciente en la que amplios sectores de la población se encuentran, es la causa del gran deterioro ambiental que vivimos y, en mucho de la delincuencia existente.

*Delegado de la SAGARPA del Gobierno de la República en Puebla

Facebook: Alberto Jiménez Merino

Twitter:  @jimenezmerino

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Alberto Jiménez Merino

Ingeniero Agrónomo. Exrector de la Universidad Chapingo. Trabajó como secretario en 3 administraciones estatales. Consultor FAO. Tiene 3 Doctorados Honoris Causa y 15 libros escritos. Candidato del PRI a la gubernatura 2019.