Traición consumada

  • Fernando Rojas Cristerna

Pese al cuento de las acciones perredistas en la cámara de senadores, minúsculas a propósito, quienes fueron comparsa de toda esta tragicomedia nacional, y por lo que la historia los juzgará; la traición se consumó: México se vendió y barato.

Habrá que ver desde ahora si esas fuerzas poderosas, que actúan en lo obscuro detrás de la inversión de las compañías petroleras, permiten que en los procesos electorales puedan triunfar las figuras representativas de la sociedad que enarbolen la bandera de los movimientos sociales, lo que se traducirá en el hecho de que la izquierda tendrá que acostumbrarse a observar el desfile de las derechas, con el tricolor a la cabeza, en el ejercicio alterno del poder, ya que la historia enseña que junto con la venta del territorio se acompaña la venta de la soberanía, por lo que a partir de hoy debemos acostumbrarnos a ver la imposición de grupos y personajes al gusto de los intereses de particulares extranjeros en los procesos electorales y la vida política, y aún social de nuestro país.

Por otro lado confirmaremos también que los beneficios económicos obtenidos de esta venta de nuestro país nunca  llegarán a los sectores más necesitados sino que se traducirá en mayor concentración de la riqueza en las pocas manos, nacionales y extranjeras, que ya la poseen.

Y para refrescar nuestra memoria solo pregunto a nuestro lector:

¿Se benefició usted del rescate bancario, o del rescate carretero, o de la venta de Telmex, o de la venta de los bancos a compañías extranjeras?

Ya que hasta hoy nunca ha existido disminución alguna  en las cuotas de las carreteras, o de las cuotas telefónicas, incluyendo las celulares cuyas tarifas son más caras que en nuestro vecino del norte,  ni disminución de intereses en préstamos bancarios, por el contrario hoy somos sujetos de pagar comisiones por todo y para quienes tienen un préstamo bancario deben pagar intereses de agio.

Desde luego que las reformas estructurales realizadas por las cúpulas partidistas, que no le preguntaron a nadie, quedarán registradas dentro de las páginas más lamentables de nuestra historia nacional, cosa que para nada les importa porque de lo menos que se les puede acusar es de cínicos.

Desafortunadamente y lo más triste de todo, es para que esto sucediese tuvo que contar con la complacencia o indiferencia de amplios sectores de nuestra población, que con su actitud permitieron el regreso del PRI a los Pinos lo que, de alguna forma, les hace cómplices de este trágico suceso.

Y habrá que cuestionarnos ¿cómo llegó a pasar esto?, ¿dónde quedó el estudiantado tradicionalmente inconforme?, ¿dónde se encuentran los líderes sociales emergentes? ¿dónde hallamos a la prensa independiente? ¿dónde se escuchan las voces del pueblo?; sólo hay voces aisladas, desorganizadas, muchas veces encontradas entre sí mismas, lo que nos hace parecer que por el momento nada podemos hacer para detener esta infamia.

Por parte de los poblanos apena, no extraña, la actuación de nuestros representantes en el senado, que nos mostraron no contar con la convicción ideológica suficiente sino que resultaron solo movidos por la determinación de sus amos.

Vivimos un momento triste, de luto, nos han robado a la Patria, y han destruido en un instante el futuro de las generaciones por venir, a quienes les heredaremos un país esclavo, sujeto  a las decisiones de quienes nada tienen que ver con México.

¡Traición consumada!

Opinion para Interiores: