El mal de todos los males de México, sin duda, es la corrupción de nuestros gobernantes, emanados de cualquier partido político, todos son iguales. Acceden a cargos públicos, siempre con la mentalidad de enriquecerse de manera fácil y  con dinero ajeno. Ahora en Puebla, después del encarcelamiento de Alfredo Arango y algunos otros pillos de menor rango, estamos viendo un nuevo embate, por cierto inesperado del gobierno morenovallista, contra los delincuentes de “cuello blanco”, quienes han acumulado generosas  fortunas, que ahora disfrutan, ellos y sus familias sin preocupación. Eso se llama impunidad.

Lo que estamos viendo en Puebla, con la persecución y castigo de Manuel Beristain Gómez, ex delegado de Conagua y hoy prófugo de la justicia, de Héctor Augusto Rizo López y Francisco Javier Revilla Cerrillo, también ex funcionarios de Conagua, encarcelados y puestos en libertad después, así como de Marisol Buendía Cisneros, Jan Pavón Flores y Arturo Muñoz, ex funcionarios del Registro Público de la Propiedad,  es una milimétrica hebra de la gigantesca madeja, infectada de podredumbre.

 La mayor parte de malos funcionarios y políticos, no solo del gobierno de Mario Marín, sino de sexenios anteriores, señalados de enriquecimiento ilícito, no son investigados, mucho menos perseguidos. A ellos se les aplica la máxima juarista: A los amigos, justicia y gracia, a los enemigos, justicia a secas.

 Pero como dice el dicho: ni están todos los que son, ni son todos los que están o deberían estar, pero en la cárcel.  Para muestra un botón:

El pasado 2 de noviembre, en los amplios y hermosos jardines de la ex hacienda de Cocoyoc, allá en el Estado de Morelos, -no nos lo contaron, lo vimos-, estaba Eduardo Macip Zúñiga, quien en familia disfrutaba de una soleada mañana, cuidando a los nietos y saboreando ricas viandas y refrescantes bebidas, por cierto nada económicas. Sus broncas legales, parecería pensar, pueden esperar, no pasa nada. Se dice que existe orden de  aprehensión en su contra. ¿Porqué no se ejecuta, si el ex director del SOAPAP, se deja ver en lugares públicos y de alta concentración…?

Al doctor Macip Zúñiga, parecía tenerle sin cuidado la denuncia que emitió en su contra la Auditoría Superior del Estado por las irregularidades que detectó cuando estuvo al frente del SOAPAP y menos que el segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa rechazara su solicitud de amparo. A Macip Zúñiga se le señala como presunto responsable de la compra de un pozo de agua que en realidad era del Gobierno del Estado, además de que el ex funcionario tiene que enfrentar otras responsabilidades que le están fincando.

Pero vimos que toda la cascada de denuncias en su contra, no quitan el sueño a Macip Zúñiga.

Ojalá y ahora, que el contralor del Estado,  Eukid Castañon Herrera, tiene la espada desenvainada y con  “licencia para matar”, no le tiemblen las rodillas, mucho menos tenga piedad, contra aquellos pillos que han saqueado el erario público, algunos de ellos, en activo, lo siguen haciendo. SALUCITA DE LA BUENA.

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