Antes de entrar un materia, algunas anécdotas que relejan las actitudes de los toreros y que parecen aplicar los políticos de siempre. Política y toros van de la mano.

A un torero andaluz cuando la cuadrilla lo cargaba del ruedo a la enfermería, el mozo de estoques le dijo: “Maestro, qué cornada nos han dado” y el diestro respondió: “Sí, sí, mayormente a mí”.

En el Café Fornos de Madrid, el novelista Ramón del Valle Inclán, le dijo a Juan Belmonte: “Juanillo: ya no te falta para ser inmortal, más que mueras en el ruedo”. Con su tartamudeo característico, Belmonte contestó: “Se hará lo que se pueda, don Ramón”.

En el mismo tono, Juan Belmonte decía: “Lo que no oyen en los tendidos, es lo que los toreros les contestamos”.

En la biografía de Joselito, Francisco Aguado narra una tarde cuando sus enemigos le gritan “¡Ladrón!” el matador los encara y les espeta furioso: “Si soy un ladrón me podéis demandar”.

El periodista Rafael Cardona, comenta que “circulaban por una calle de Polanco, Luis Castro “El Soldado” y el caricaturista Rafael Freyre. El torero dio un giro distraído y otro automovilista lo insultó a bocinazos. Lo emparejó y tras decirle groserías y recordatorios maternos, “El Soldado” ni se inmutó. Freyre le dijo, siquiera contéstale…  “El Soldado” contestó: Rafael, cuando llenaba las plazas y quedaba mal, me la recordaban de treinta mil pa’rriba. Cuando triunfaba, miles me aplaudían. ¿Crees que este pobre me importa?

Visto lo anterior se antoja entonces una reflexión, una crónica y la descripción de un cartel en la inauguración de la exposición de cuadros taurinos del político José Octavio Ferrer Guzmán.

Estamos en el mes de noviembre, días de frío, noches heladas, temporada taurina en el Distrito Federal y una corrida extraordinaria en la plaza El Relicario de Puebla.

Escribir de toros y política es un arte, tienen lenguaje idéntico, en ambas se utiliza la misma terminología.

Son días en que la política y los toros han llegado como nunca a Puebla. Un gobierno de oposición, mayormente panista, encarnado por el nieto de un viejo general priista.

En política y en los toros hay que aguantar, templar y mandar; hay que tener valor, arrojo, elegancia, arte y poderío para poderle a los toros y a los problemas; los políticos a veces no pasan la prueba del tendido, es decir, los aplausos de aprobación o los chiflidos de reprobación. En ambas profesiones hay que echarse para adelante, poderle a los toros, pero la fama y el dinero tienen sus costos: las cornadas y las decepciones.

Es en los cosos taurinos donde los gritos del respetable son auténticos y reflejan el sentimiento del pueblo.

Es sin duda el mejor marco para presentar a manera de cartel y una crónica taurina, la exposición de los cuadros hechos a lo largo de su existencia del político y aficionado practico poblano, nacido en Tehuacán, el buen amigo José Octavio Ferrer Guzmán.

Él ha conjugado la sapiencia política y la pasión por los toros. Fue diputado federal y local por Tepeaca y funcionario de varios gobiernos estatales.

La noche del lunes, acompañado de una multitud, que lo aplaudía como a los grandes toreros, inauguró la exposición de cuadros pintados por él, llamada “Tauromaquia, Pasión por la Fiesta y el Arte” en las galerías del Palacio Municipal. El evento fue patrocinado por el Instituto Municipal de Arte y Cultura a cargo de Patricia Sánchez Matamoros.

El escenario fue en los bajos del Palacio Municipal, en Portal Hidalgo 14. En total fueron 72 cuadros taurinos con todas las suertes del toreo de capa y de muleta.

Como dice la copla:

Primero el amor por la fiesta,

después el gusto por vivirla,

y luego la pasión por plasmarla.

EL CARTEL

Encerrona con único diestro: José Octavio Ferrer Guzmán.

Oriundo de Tehuacán de las Granadas y criado en Tepeaca. Aficionado práctico de polendas y estupendo taurino. Poeta, declamador, orador y pintor taurino apasionado. Con estirpe torera, es hermano del famoso “Teniente” Jesús Ferrer, quien domingo a domingo llega a la Plaza México, arriba de toriles, con sombreros de charro para el reconocimiento de las buenas faenas de los toreros.

La corrida de un solo matador, fue organizada por empresa poblana “Vieja Generación”, SA de CV y anunció la corrida nocturna a las 18 horas en punto.

En lugar de la tradicional banda de música, estuvo un conjunto con la cantante Elisa Aratas, quien se llevó la noche por sus interpretaciones.

Los servicios de la plaza cumplieron. Se colocaron 72 cuadros maravillosos, de un gran colorido. Como dijo un aficionado presente: Un pincel con sentimiento.

Las pinturas taurinas de José Octavio Ferrer recuerdan a los grandes pintores taurinos mexicanos, Luis Gómez, Juan José Segura, Luis Solleiro, Ramón Espino Barro y, su mejor discípulo, Antonio Navarrete, todos de la escuela del español Carlos Ruano Llopis.

También en la exposición se recordó a los grandes pintores como Francisco Flores, Reynaldo Torres, Ramón Reveles y Rafael Sánchez de Icaza.

De José Octavio se dice que tiene un impresionante y bello manejo de los pinceles y colores, borda con personalísimo estilo, sin copiar a nadie, los trajes de luces y hace sentir a través de su obra pictórica la Fiesta de los Toros.

LA CRÓNICA TAURINA

A manera de una crónica taurina, la inauguración de la exposición de pinturas denominada Tauromaquia, Pasión por la Fiesta y el Arte:

Plaza: Lleno total de las galerías del Palacio Municipal.

El Encierro: Son 72 cuadros llenos de luz y colorido, pintados a lo largo de 30 años que muy pocos conocían.

Las mejores suertes: Verónicas, medias verónicas, el quite de oro, derechazos, naturales y el famoso trincherazo de “El Pana” en la Plaza México.

Público asistente: Entregado al diestro toda la noche. Fue un embeleso recorrer la exposición. Estuvieron presentes Luz María Hernández de Ferrer; Jaime Bonilla, rector de la UMAV; Fernando Rodríguez, presidente de la Asociación Taurina de Puebla; Jesús Ferrer “El Teniente”, Héctor Aquino, Abelardo Sánchez Guzmán; José Octavio Ferrer Burgos; Mairza y Yoloxóchitl Ferrer con sus esposos Héctor Rosas y Carlos J. Díaz; Gonzalo Ferrer; Igor Ferrer; Antún Nakad; Héctor Budar; el empresario Ángel López Lima y la dirigente campesina Maritza Marín, así como Cecilia Hernández Ríos.

También asistieron Marco Antonio Rojas Flores;  el alcalde de Tepeaca Isauro Rendón , su esposa María Eugenia Oliva y el cabildo que pronto le rendirá un homenaje a José Octavio; José y Bernardo Zenteno Reyes; Jesús Cruz y Rodríguez; Aurelio Leonor, presidente del Barrio del Artista; los periodistas Leticia Montagner, Mauro González Rivera, Gabriel Sánchez Andraca, Ismael Ríos Delgadillo y Raúl Torres Salmerón.

En fin, como escribió José Recek Saade, (Izúcar de Matamoros, Puebla, 1922-1968) en su romance “Estampa de los torerillos”:

Allá van por el camino

los tres mocitos morenos,

toreando a la media luna

con avíos del sentimiento.

Olé los niños con casta...

olé los mozos esbeltos,

que van por el caminito

sembrando gracia y salero...

Y allá van por el camino

los tres mocitos trigueños,

cantando por sevillanas

que canta también el viento...   

raultorress@hotmail.com