Neurosis fruto de la masificación y manipulación

  • David Bravo Cid de León

Tal parece que la humanidad está inmersa en la más grave crisis de su tiempo. Donde se pongan los ojos se ve una profunda alteración del ser humano como persona, como miembro de la sociedad, como actor en la política, como responsable de sus propios actos.  EL resultado de estas desmesuras se manifiesta en su aguda despersonalización, misma que reduce al hombre a una cosa más, o sea a una degradación trágica cuya consecuencia inmediata es la pérdida del sentido de su dignidad.  No existe equilibrio entre la dimensión interior de la persona que llevamos dentro [ la voz de la conciencia y la autorreflexión sobre uno mismo ] y la dimensión exterior [ el extrovertimiento  incontrolado que enajena, que encierra al hombre en un individualismo pragmático contrario a la necesaria interrelación de convivencia].

En el tiempo anterior al predominio de la globalización la persona caía en diversos estados anímicos que, con mucho esfuerzo, era capaz de superar. Si caía en estrés, o en el estado  neurótico, o en INCAPACIDAD TEMPORAL de autodeterminación libre y espontánea, todavía tenía reservas anímicas para conducir su auto-reflexión, su auto-enjuiciamiento de sus actos y consecuencias responsables o irresponsables.    Podríamos afirmar que no era tan fácilmente apachurrado y frustrado por las fuerzas invencibles de la tecnología [Cine, TV y sus telenovelas contrarias a la ética y a las buenas costumbres, Impresos, periódicos escritos, transmisiones electrónicas, etc,etc,] en sus sorprendentes e impresionantes avances; dicho de otro modo: la persona tenia reservas con las cuales podía vencer, si se lo proponía, el nefasto proceso de: estrés, estado anímico neurótico, voluntarismo caprichudo;   proceso que se revienta en violencia [ espontanea  o inducida]que rebasa con mucho lo que es la tolerancia.

La consecuencia inmediata es la manipulación en las políticas sociales, en la administración pública, en los partidos políticos, en la necesidad del comercio, en los procesos de la economía, en la aplicación de la justicia [tanto conmutativa, como distributiva] problemas, estos, que concurren en agudizamiento hiriente de la injusticia social. Esta, por decirlo  de algún modo se auto-institucionaliza en perjuicio de la persona y en perjuicio de la sociedad. Llegados aquí, vemos que Irrumpe una paradoja trágica: la búsqueda casi desesperante de solución a los requerimientos materiales y espirituales y económicos, de convivencia, de interdependencia imprimiéndole a la vida una tendencia contraria al sentido de la vida en sus aspectos de trascendencia existencial y de fidelidad a la finalidad de destino individual y colectivo,  como lo pide y proclama la cuestión social sostenida por la Iglesia de Cristo.

Reformar las cosas que se trocan en problemas o se hacen obsoletas ha sido una necesidad de todos los tiempos, es muy cierto, pero en estos nuestros tiempos actuales la palabra reforma se le da el contenido y el significado de revolución inspirada en los contenidos de la revolución francesa, ajena a los principios y lineamientos de la ética personal y colectiva. Ahora a la palabra reforma se le aplica la connotación de manipulación política en todas las áreas para someter a designios perversos y callados a la persona humana.  El intento de desarraigar de su conciencia la búsqueda de auxilio en la única Fuerza capaz sobrenaturalizar la existencia tiene como finalidad borrar de la mente y de la conciencia la dignidad que le es inherente por haber sido redimido por Cristo.

Arrancada esta dignidad que cosifica a la persona [concepto de cosa], esta se hunde en la desesperación o en la desesperanza por la incapacidad de llenar el vacío en que cae, esta circunstancia personal individual repercute necesariamente en la sociedad, y esta se desorganiza {todos contra todos];  la sociedad es el reflejo de lo que mayoritariamente son sus integrantes.   La manipulación ofrece soluciones meramente externos, suenan bien, si’, pero el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones. Lo que está pasando ya en los 5 continentes del mundo es el fruto de no cultivamiento del hombre interior; el insistente intento de ahogar a la persona humana en la dimensión exterior contraria al sentido de la vida y de su destino trascendente. ¿ Que hacer ?:…… rehacer la dimensión interior del hombre, resistir a los halagos de la manipulación, rechazar el anonimato hipócrita y cobarde de ser masa, buscar la autorrealización trascendente y no meramente pragmática. Es la única solución para lo que está pasando en estos tiempos.                                               davidbravocid@yahoo.com

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