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Hallan cuerpo de adolescente de 14 años en fosa en Veracruz

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Familiares calificaron el suceso como “un milagro”, ya que las investigaciones duraron 5 años en concretarse
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Amatlán de los Reyes, Ver.- “Mi amor, mi niño, si estás aquí quiero encontrarte, quiero llevarte a descansar”, susurró Jesús abrazado a un árbol minutos antes de encontrar a su hijo Arturo Vázquez Pérez dentro de una fosa clandestina.

Arturo salió de su casa a las 6:20 de la mañana del 21 de mayo de 2019 para tomar el autobús que lo llevaría de San Isidro Cacahuatal a la Escuela Secundaria Técnica Industrial 129. Esa mañana se despidió de su madre Marcela. Salió vestido con un pantalón café a cuadros y una playera tipo polo.

Esperó por unos instantes el autobús afuera de su vivienda. A esa hora hay camiones destinados solo a transportar a estudiantes de las localidades del municipio de Amatlán de los Reyes, cuya cabecera está ubicada a 17 minutos de la ciudad de Córdoba, en la región de las altas montañas de Veracruz.

Arturo subió a la unidad. En la tarde regresaría a su casa para ayudar a su padre Jesús en el taller mecánico y quizás para tocar un rato la guitarra. El camión avanzó aproximadamente un kilómetro por las calles de terracería de la comunidad.

El viaje de aproximadamente media hora hasta la localidad de Peñuela, ubicada en el municipio de Córdoba, fue interrumpido cuando un taxi marcado con el número económico CO-1947 le cerró el paso al autobús en un camino solitario rodeado de árboles y cañales en la comunidad de Fraternidad,

Unos hombres armados descendieron del automóvil, un Tsuru Nissan modelo 2016, y subieron violentamente al autobús. Después de someter al chofer, amagaron a los alumnos con las armas de fuego. “¿Quién es Arturo?”, preguntó un delincuente

Los menores se voltearon a ver unos a otros. Ninguno respondió inmediatamente, intentaron protegerse. La violencia subió de tono y los hombres armados jalonearon a cuatro de ellos, los bajaron del vehículo y los sometieron en la terracería, entre la arboleda y las cañas, todavía a oscuras. 

Arturo resistió. Los hombres tomaron fotos y confirmaron su identidad. Lo golpearon en la cabeza con la cacha de una pistola y lo subieron al taxi que robaron esa misma mañana para ir por el menor. En el autobús escolar, los estudiantes quedaron con crisis nerviosa. La voz corrió pronto. Alguien llegó a avisarle a Marcela que unos hombres se llevaron a su hijo. 

“Esperábamos día y noche, pero Arturito no regresó”

“Queremos cinco millones por la libertad de su hijo”, escuchó Marcela al otro lado del teléfono. La madre de Arturo recibió la llamada de los secuestradores dos horas después de la privación de la libertad del menor. Las amenazas no se hicieron esperar, lo torturarían si no pagaban el rescate. 

Durante los días siguientes, la familia y los secuestradores negociaron el rescate. Jesús, el padre, juntó el dinero que tenía a la mano y pidió algunos préstamos para juntar los cinco millones de pesos para liberar a su hijo.

“Se negoció, se dio el rescate y ellos acordaron que lo iban a liberar, pero no lo liberaron. Pasaron días, semanas, meses. Volvieron a pedir un segundo rescate. No lo liberaban, no sabíamos de él”, relata Miriam, hermana de Arturo.

Veracruz fue el estado con más secuestros en 2019. El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) reportó 298 casos ese año, el primero de la administración del gobernador morenista Cuitláhuac García Jiménez.

El secuestro de Arturo sembró el miedo en Amatlán de Los Reyes ese año. Las familias se encerraron en sus casas, ahora se metían más temprano y los padres cuidaron más a sus hijos. “Lamentablemente aquí es zona roja, donde hay muchos secuestros”.

“Era para que no lo encontráramos”

Arturo nunca regresó a la casa naranja a pesar del segundo pago que la familia dio a los secuestradores. Algunos de sus familiares piensan que lo mataron porque el menor identificó a uno de los delincuentes, conocido de la familia.

“Lo buscamos desde el momento que se dio el rescate. Bueno, dimos los rescates y él no regresaba. La verdad esperábamos día y noche y él no regresaba, preparamos su recámara”, narra la joven. 

A Arturo lo buscaron sus familiares en hospitales, en las calles y en fosas clandestinas. Jesús, su padre, era quien más buscaba en terrenos donde había la posibilidad de encontrar un cementerio clandestino; a veces, Miriam también lo acompañaba.

Cuatro años después de la privación ilegal de la libertad del adolescente, elementos de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos en Materia de Secuestro, adscrita a la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO) detuvieron el 29 de junio de 2023 a Mario N en Monterrey, Nuevo León.

El sujeto fue vinculado a proceso y recluido en el penal de Almoloya de Juárez, en el Estado de México, como presunto responsable del secuestro agravado de Arturo Vázquez Pérez. Su detención habría ayudado a dar con el paradero del menor y a la captura de más involucrados. 

Hace menos de un mes, la declaración de uno de los detenidos llevó a las autoridades y a Jesús Vázquez a un terreno boscoso ubicado en el municipio de Ixtaczoquitlán. El padre de Arturo buscaba por enésima vez el rastro de su hijo después de varias declaraciones que dieron en puntos falsos. 

“Él buscaba y algo lo llevó al lugar. Pasaron el aparato que detecta y como estaba muy profundo y le pusieron piedras grandes no se detectaba”, rememora Miriam Vázquez Pérez.

Jesús se abrazó a un árbol. Una corazonada le dijo que el cuerpo del adolescente estaba en ese lugar e insistió a las autoridades pese a que la tecnología y los binomios caninos que llevaban los peritos seguía sin detectar objetos o restos humanos. 

 

“Como hicieron las cosas, era para que lo no encontráramos, pero Dios nos guió y nos ayudó para poderlo localizar”.
Una autoridad dio la orden para excavar en el lugar. Sobre Arturo pesaban piedras enormes y montones de tierra. El hoyo era muy profundo, pero ahí estaba. Los familiares supieron que era él por la ropa, el pantalón a cuadros de color café del uniforme.

"Quiero informarles que Gracias a Dios hemos encontrado a mi hermanito. Lamentablemente le arrebataron la vida. El alma y el corazón duele pero el cielo está de fiesta. Se feliz mi Arturito", escribió la familia de Arturo en Facebook el pasado 3 de mayo. 

Una prueba de ADN confirmó que los restos encontrados en la fosa clandestina son de Arturo.

“Encontrarlo fue un milagro”

“Nosotros somos personas creyentes, somos católicos y siempre lo pusimos en manos de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, de la Virgen de Guadalupe, le pedimos con fe y dicen que si tenemos fe como un granito de mostaza las cosas suceden”, dice Miriam Vázquez Pérez. 

El pueblo de Cacahuatal descansa tras cinco años en la búsqueda de Arturo, quien hoy tendría 19 años. Las familias de la localidad y quienes fueron sus compañeros de secundaria se reúnen en la capilla de San Isidro para despedirlo por última vez. 

La carroza avanza cerca de 500 metros desde la capilla del pueblo hasta la casa de la familia Vázquez Pérez, donde cinco años lo esperaron con amor y fe. Detrás van los mariachis y los vecinos vestidos de blanco. “Tú eres mi hermano del alma, realmente mi amigo”, cantan a una sola voz. El sol quema en Cacahuatal y el calor no da tregua, la localidad arde a 36 grados.

A Miriam le llegan recuerdos a la mente: el cuento que le contaba a su “Bomboncito”, como le decían cariñosamente en la casa, las tardes en que Arturo se ponía a tocar la guitarra o los momentos cuando ayudaba a su padre Jesús en el taller mecánico. 

Cuando nació, “Bomboncito” llegó a aliviar la pérdida de otro de los hijos del matrimonio de Marcela y Jesús. Le trajo nuevas alegrías a la familia. A Arturo lo querían mucho en la casa y en la escuela, era un niño afectuoso al que le gustaban los abrazos y los besos. 

“Un niño muy cariñoso, nos besaba, nos abrazaba, le decíamos ‘no seas pañalón’ bromeándolo, porque nos encantaba que hiciera eso. A él le encanta la guitarra, le gustaba mucho cantar, tocar guitarra, le cantó las mañanitas a mi abuelita todavía, pues él es muy querido”.

“Que Dios los perdone”

Por el secuestro agravado de Arturo Vázquez Pérez hay más de seis detenidos. Autoridades ministeriales detuvieron a Vidal Sánchez, con domicilio en la comunidad de La Patrona; a Felipe Betanzos, vecino de Cacahuatal; y a otras dos personas en las localidades de Naranjal y Coetzala.

Vidal Sánchez González fue líder cañero y regidor del ayuntamiento de Amatlán de Los Reyes, mientras que Felipe Betanzos fue colaborador de la diputada local del distrito 19 con cabecera municipal en Córdoba, la morenista Lourdes Juárez Lara, y exagente municipal de Cacahuatal. En sus redes sociales, Betanzos mostraba afinidad con el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Un juez definirá este lunes 6 de mayo si los detenidos se quedan en prisión preventiva.

 “Yo no guardo rencor, deseo que se arrepientan y que Dios los perdone”, dice Miriam Vázquez Pérez a los presuntos responsables del crimen de su hermano.

Los restos de Arturo fueron enterrados este domingo 5 de mayo en el panteón del pueblo. En la casa quedaron sus osos de peluche, su guitarra, su pasión por los carros y la música y su sueño de ser médico para “salvar enfermos, salvar muchas vidas”. 

"Arturito, mi niño, sabes cuánto te amo, tu llegada fue una bendición para todos, nos regalaste tanta felicidad y momentos inolvidables. Eres un niño increíble, pero Dios te eligió, fuiste un mártir, ya esta pesadilla desgarradora terminó. Tengo el corazón hecho pedazos, pero Dios es sabio y con él te llevó.


Descansa, mi amor, descansa, bebé, vuela libre hasta el cielo, campeón. Vives por siempre en nuestro corazón y mente. Gracias mi Dios".

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