Más de un millón de argentinos, usuarios diarios de los trenes públicos que conectan Buenos Aires con sus provincias cercanas se quedarán sin transporte debido a la huelga general de conductores de trenes de pasajeros y carga de Argentina que comenzó este 21 de febrero.

El paro se dio por el cese de negociaciones de la Unión de Sindicatos con el gobierno dirigido por Javier Milei, al que exigían un aumento salarial del 52 al 55 por ciento para afrontar la tasa inflacionaria del 20.6 por ciento del país, misma que provocó una inflación interanual del 254.3 por ciento en la economía argentina desde el inicio de administración ejecutiva.

La huelga argentina de ferrocarrileros comenzó este miércoles al primer minuto del día y se advirtió que duraría 24 horas; fue organizada por los cuatro principales sindicatos: la Asociación del Personal de Dirección de los Ferrocarriles Argentinos y Puertos (APDFA), la Unión Ferroviaria, la Asociación de Señaleros Ferroviarios Argentinos (ASFA) y la Comisión Paritaria de La Fraternidad.

Portavoz de Milei a sindicatos: “no entienden que no están en el poder”

Manuel Adorni, portavoz del presidente argentino, habló en rueda de prensa este miércoles sobre las acciones de la unión sindical ferrocarrilera y aseguró que “se están evaluando las medidas pertinentes para que esto no quede sin responsables y sin consecuencias”.

“Más de un millón de personas se quedaron sin medio de transporte (...). Lo único que hacen [los sindicatos] es complicar la vida a la gente porque no entienden que no están en el poder y no entienden que la gente votó otra cosa”, sostuvo el representante de Milei.

Cerca de las 10:00 horas, los representantes sindicales se reunieron con representantes del gobierno de Milei para retomar la discusión y “continuar con las negociaciones pendientes, esperando allí poder concretar un acuerdo (…) que permita seguir sosteniendo el poder adquisitivo del salario”, indicó el comunicado de la administración argentina. (JC)