La Secretaría de Cultura federal acusó a la tienda de moda estadounidense Clarencehouse por plagiar uno de los diseños artesanales elaborado por una familia del municipio de Pahuatlán, en Puebla.

Alejandra Frausto Guerrero, titular de cultura federal, envió una carta a la tienda de ropa con dirección en Nueva York, Estados Unidos, para explicar el plagio a la familia Santos Rojas, quienes se dedican a la elaboración de diseños artesanales en la localidad de San Pablito, en Pahuatlán.

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La secretaría indicó que se trata de apropiación cultural indebida toda vez que el diseño exhibido por Clarencehouse copió las formas y colores del diseño original. Sin embargo, la carta remarca el valor simbólico y cultural que tiene el diseño original.

 Los elementos “forman parte importante de la cosmovisión de la cultura otomí, misma que proviene desde la época prehispánica, en tanto que simbolizan deidades de la agricultura y una estrecha relación del hombre con la naturaleza”, explica la carta enviada a Clarencehouse, quienes en su página web exhiben este diseño en distintos colores.

Los artesanos elaboran con la corteza de un árbol endémico de la región llamado jonote, el llamado papel amate, con el cual elaboran figuras recortadas de los dioses de cada uno de los cultivos que siembran como parte de su sustento: maíz, chile, tomate, cebolla, cacahuate, café, plátano, guayaba, calabaza, etc. los cuales antes de iniciar la siembra realizan rituales solicitando buenas cosechas”.

Plagio provoca daños económicos y morales: Cultura federal

El escrito enviado a la casa de moda manifiesta también que la distribución de este producto, el cual está incluido en la Colección Michelle Nussbaumer, trae afectaciones económicas a cientos de familias dedicadas a la artesanía, y que “no tienen competitividad con marcas industriales”.

Aunado a eso, remarcaron que los daños no son solo económicos, sino también “morales y ceremoniales” al atentar contra las creencias, símbolos e identidades de San Pablito y Pahuatlán, a los que describen como pueblos indígenas.

La carta pide explicar de manera pública “con qué fundamentos privatiza una expresión cultural tradicional de propiedad colectiva, haciendo uso de elementos culturales cuyo origen está plenamente documentado”, por lo que sugiere poner a discusión la protección de los derechos de los pueblos originarios que históricamente han sido invisibilizados.

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La Secretaría de Cultura federal invitó a la tienda de moda en Estados Unidos a elaborar un trabajo que respete a las comunidades indígenas y evite el plagio de sus diseños, así como el socavo a la “identidad y la economía de los pueblos” para establecer un comercio justo.