Al grito de “¡Viva Cholula!” y “¡Viva el Día de muertos!”, las calles de San Pedro Cholula se llenaron de color, fiesta y cultura, con el tradicional Desfile de Catrinas organizado por el Ayuntamiento Municipal encabezado por Paola Angon, el cual convocó a más de 20 mil asistentes que disfrutaron de la exhibición.

El evento contó con la participación de cientos de elegantes catrinas, coloridos carros alegóricos, calaveras gigantes y todo tipo de disfraces con la temática de Día de Muertos que tomaron las calles para convertir a este pueblo mágico en un verdadero inframundo.

El Desfile de Catrinas tuvo este año la participación de 36 contingentes conformados por escuelas, asociaciones, compañías de danza, academias, comercios, clubes y marching bands, los cuales recorrieron las principales calles del municipio.

Los participantes estuvieron acompañados de porras y gritos de los asistentes, quienes no desaprovecharon la oportunidad para tomar la fotografía del recuerdo y reconocer el trabajo de caracterización, como comentó la vecina del municipio Cristina Martínez: “Todo me gusto, el maquillaje, el vestuario, todo está bonito”.

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Para todos los niños y niñas que participaron en una de las tradiciones más reconocidas de México a nivel mundial es un verdadero orgullo, tal y como explicó Paola Tecuanhuey Tochimani, estudiante del CELMA: “Mi experiencia es muy buena porque represento a mi escuela, disfrazándome de una catrina, son muy importantes porque puedo representar a mi país”.

La estudiante Martha Almonte también rindió su testimonio, destacando que disfrutó del apoyo de los asistentes: “En los recorridos, la gente que estaba a la orilla nos apoyaba cuando pasábamos”.

De acuerdo con las creencias, los fieles difuntos regresan para convivir con sus seres queridos; la niña Natalia de 10 años de edad, estudiante de la Escuela Lázaro Cárdenas y vestida de una hermosa catrina, explicó cómo recuerda a sus seres queridos: “Significa que vienen nuestros familiares cuando ya no están con nosotros, ponemos fruta, las fotos, veladoras, agua bendita y otras cosas más”.

La emoción y los nervios estuvieron a flor de piel antes, durante y después del desfile; este evento será recordado por chicos y grandes por diferentes razones, como es el caso de la pequeña Dánae Sánchez, la cual disfrutó que “hubo muchos disfraces y nos regalaron dulces”.

Alma Delia Sandre asegura fue una experiencia única, en la cual estuvo “súper emocionada, nunca participaba en el desfile y hoy fue la primera vez, pero estoy encantadísima la verdad, gracias a CECADE que nos invitaron”.

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Después de dos años de confinamiento los festejos regresaron a todos los rincones de nuestro país; debido al covid 19 muchas personas perdieron algún familiar, por lo que estas fechas les permiten recordarlos tal y como lo cuenta Fernanda Soriano, quien participó en el contingente del Colegio Hispanidad:

“Recordar a mis antepasados, a los que ya no están, creo que todos perdimos a un ser querido en esta pandemia, y para mí significa mucho todo eso, y también puedo preservar colores y sabor que México tiene”, declaró.

El desfile tuvo la participación de más de 3000 mil personas, incluidas muchas mamás que participaron al lado de sus hijos, algunas de ellas incluso empujando una carriola, como es el caso de Carla Cerezo:

 “Participe con mi bebe, porque salimos con la guardería que asiste, estuvo muy padre, la verdad nos gustó mucho, estuvo muy contento y lo disfruto bastante, fue muy interesante ver todo tipo de catrinas, la gente se emociona mucho, a mi bebe le gustó mucho que le aplaudieran, estuvo muy padre, la verdad que vi cosas muy interesantes, les gusto mucho la carriola”.

Este tipo de actividades promueven la convivencia familiar, como dice Lizbeth: “No recuerdo antes que hayan hecho algo parecido, quizá sí, yo no había participado, para convivir con los niños, y ser parte de algo, que se va a recordar en Cholula, había mucha seguridad, y todo fue muy familiar, es algo muy bonito porque no todo este tipo de situaciones donde la gente se presenta para convivir un rato, con demás personas, con los niños, fue algo muy emocionante”.

Mientras que para muchas partes del mundo la muerte es un tema tabú, en México nos permite celebrar la vida al recordar a los que se adelantaron en el camino y honrar a los fieles difuntos con ofrendas, gracias la creencia de que por una noche regresan para alimentarse de los aromas y convivir con sus seres queridos.