Fue cuestión de horas para que una denuncia que apareció en el internet chino desapareciera a causa de la censura; sin embargo, esta acusación no corroborada por parte de la tenista de élite Peng Shuai se encuentra en el centro del debate en China, tanto fuera como dentro de las redes sociales.

Peng, quien es conocida por ser la tenista exnúmero uno de mundo en la modalidad de dobles y quien incluso ganó el Roland Garros en esa categoría, acusó a través de su cuenta de Weibo, algo así como “el Twitter chino”, al antiguo viceprimer ministro Zhang Gaoli por violarla e incluso convertirla en su amante. Cabe decir que Zhang fue uno de los hombres más poderosos de aquel país entre 2013 y 2018.

Esta denuncia es por mucho todavía más escandalosa desde el comienzo en 2018 del movimiento conocido como Me Too en China, ya que Peng es toda una celebridad en su país y Zhang fue hasta su jubilación uno de los siete miembros del Comité Permanente, que es el máximo órgano de mando del Partido Comunista de China, aunque la respuesta con la censura ha sido distinta a la de otras ocasiones.

La Peng Shuai denunció abuso sexual
La campeona de RG y de Wimbledon en dobles, acusó a un ex viceprimer ministro Zhang Gaoli, uno de los hombres más poderosos de forzarla a mantener relaciones sexuales.
@AFP pic.twitter.com/v7nbf9nY0m

— Andrés Botero B. (@boterin1) November 4, 2021

Como hemos visto con otros casos previos en donde el acusado era un famoso y se permitió que el asunto se abordara en las redes sociales al menos durante unos días, y con más o menos discreción, en esta ocasión la desaparición del largo comentario fue fulminante y algo casi absoluto. Esto se debe a que fueron eliminadas también las referencias a los nombres de los dos protagonistas, palabras clave ―pues la búsqueda del término “tenis” llegó a estar bloqueada temporalmente― e incluso los emojis. Si bien la cuenta de Peng no fue eliminada, hoy día no es posible acceder a ella.

El comentario de la tenista de 35 años de edad, basándonos en las capturas de pantalla que todavía circulan ―la mayoría se encuentran en redes sociales fuera de China― acusa a Zhang, de 75, por haberla invitado a su casa bajo la excusa de jugar un partido de tenis junto a él y su mujer, donde habría aprovechado para violarla mientras la esposa hacía guardia en la puerta.

El texto señala que al principio ella estaba “muy asustada”. “Lo rechacé y seguí llorando”, relató, aunque acabaría convirtiéndose en su amante durante cerca de una década en una relación que la esposa del expolítico conocía perfectamente. El affaire terminó habría terminado cuando él dejó de ponerse en contacto con ella recientemente.

Peng reconoció no tener prueba alguna para demostrar sus acusaciones. “Ha sido imposible conseguir alguna. No hay ninguna grabación de audio o video, solo mi experiencia, distorsionada pero muy real”. Agregó: “alguien de su nivel y de su poder, viceprimer ministro Zhang Gaoli, dirá que no tiene miedo”. “Pero aunque yo sea como un huevo estrellándose contra una roca, o una polilla dirigiéndose hacia el fuego, arriesgando mi propia destrucción, contaré la verdad sobre lo que ocurrió”, sostiene.

Zhang, quien es nada menos que un político considerado en su día cercano al primer ministro Li Keqiang, no ha hecho declaraciones. Mediante un artículo publicado en 2013, cuando fue ascendido al Comité Permanente y se convirtió en viceprimer ministro, el Diario del Pueblo, periódico del Partido Comunista de China, mencionó en un perfil que tenía una fuerte afición por jugar al tenis.

Al ser cuestionado sobre la denuncia, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin, aseguró que desconocía el caso.

Aunque la tenista no ha hecho referencia al movimiento Me Too, la acusación contra Zhang llega después de una serie de denuncias de mujeres contra varones destacados en los mundos de la empresa, el espectáculo o la academia. Uno de los acusados en esta índole fue el cantante chino-canadiense Kris Wu, quien fue detenido en agosto pasado después de que una joven le hubiera acusado en redes sociales por violación. En ese caso, la música de este artista desapareció de las plataformas chinas, mientras las autoridades utilizaban su caso en una campaña de crítica hacia la inmoralidad supuestamente rampante en el sector del espectáculo.

No obstante, aunque algunos casos ya adquirieron notoriedad, el movimiento Me Too chino ha cosechado más reveses que victorias. En septiembre, tratándose de la denuncia más célebre hasta ahora, la de la antigua becaria de la cadena estatal de televisión CCTV, Zhou Xiaoxuan, contra el presentador Zhu Jun, fue desestimada en un tribunal de Pekín debido a la falta de pruebas.

Cabe aclararlo, el movimiento sí ha logrado un triunfo jurídico importante. Si cuando Zhou interpuso su primera denuncia en 2018 no existía la figura del acoso sexual y tuvo que recurrir a legislación sobre violación de la integridad física, desde el año pasado el Código Civil tipifica ese abuso como motivo para interponer una demanda.

Foto: Twitter / Ilustrativa