Lydia y Lawrence Rodríguez decidieron no vacunarse, pero su decisión les costó la vida y dejaron huérfanos a cuatro hijos.

La pareja estaba influida por la religión y optó por no ser inoculado, creyendo que no la necesitaban; pero se contagiaron de Covid-19.

La pareja estaba a favor de los movimientos antivacunas, ya que pensaban que su cuerpo era lo suficientemente fuerte para combatir al coronavirus.

La familia se cuidaba para no contagiarse usando cubrebocas y permanecían en su casa la mayor parte del tiempo, pero eso no fue suficiente.

La pareja tenía 21 años de matrimonio, procreando cuatro hijos. La familia fue a un campamento de la iglesia que duró siete días.

Tras regresar a su casa, presentaron los primeros síntomas se realizaron las pruebas, dando positivo. En un principio decidieron no informar a sus parientes, pero Lawrence tuvo que ser internado el pasado 12 de julio.

 Días después Lydia también presentó el mismo cuadro que su pareja y pidió ser vacunada, pero le informaron que no era posible y tuvieron que intubarla.

Antes de entrar en coma, la madre de familia llamó a su hermana para pedir que vacunaran a sus hijos. “Por favor, asegúrense de que mis hijos sean vacunados”, expresó.

“Lydia nunca ha creído realmente en las vacunas. Ella creía que podía manejar todo por sí misma, que realmente no se necesitaba la medicina”, contó Dottie Jones, prima de Lydia a la cadena ABC13.

“La desinformación está matando a las personas. Esto pasó realmente en nuestra familia y es la verdad de lo que podría pasar. No quiero espantar gente, solo quiero que entiendan que el virus es real y que la variante Delta es más brutal que cualquiera que hayamos visto”, agregó.