El Happy Planet Index (HPI) es un indicador del bienestar humano y del impacto ambiental de los países.

Para sus estudios, se basa en tres indicadores como la esperanza de vida, la huella ecológica y el bienestar de la gente. Una vez que tenemos estos conceptos, utiliza una fórmula que multiplica el bienestar con la expectativa de vida. El resultado es multiplicado por las desigualdades y se divide entre la huella ecológica.

De acuerdo con esta sencilla operación, México se posiciona como el segundo país del mundo con las tasas más altas de felicidad, como lo demostró el último estudio del HPI, realizado en 2016.

Para detallar por qué se considera al país azteca en esta posición habrá que determinar bien cada elemento.

1. Bienestar

Muestra qué tan satisfechos se encuentran los habitantes con la vida en general siguiendo una escala del 0 al 10. El promedio para México fue de 7.3 puntos.

2. Esperanza de vida

Se trata del promedio de años que se esperan que una persona logre vivir. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, la esperanza de vida en México es de 76.4 años.

3. Brecha salarial

 La organización responsable de medir la desigualdad existente entre los ingresos de las personas de cada país es la División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU. Las cifras correspondientes para México son una cuestión de verdad preocupante, ya que el HPI demostró que tan sólo un 19% de la población tiene ganancias 13 veces más grandes que el resto de la población.

4. Huella ecológica

Se trata del impacto promedio que deja en el entorno cada habitante de determinado país. El impacto ecológico del mexicano guiándonos en una escala del 0 al 10 es de 2.9 puntos.

5. Resultado

Haciendo las operaciones correspondientes, México arroja un total de 40.7 puntos, cifra que lo ubica sólo por debajo de Costa Rica con 44.7 puntos, quienes, evidentemente, tienen el estandarte de país más feliz del mundo.

La importancia de este tipo de mediciones toma lugar demostrando que la desigualdad social es un bien común, pues ya no se tienen ideas tan optimistas acerca de que el mundo es un lugar mejor con el paso de los años.

De hecho, ni siquiera con los países que logran hacer crecer su Producto Interno Bruto (PIB) las cifras son más elevadas, ya que esto no necesariamente refleja una mejor calidad de vida para todos, evidenciando nuevamente la enorme desigualdad social como fenómeno global.

Si a esto añadimos que el cambio climático implica otro desafío global, eso explicaría que las cifras no sean tan alentadoras. Con todo esto, sabemos que el mexicano es como el scout, quien ríe y canta en sus dificultades. Si hay un país que tendrá una sonrisa hasta en las peores circunstancias, ese se llama México.

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