• Sociedad

Fe guadalupana mueve a poblanos entre explosiones del Popo

  • Laura Ruiz
En uno de los días de mayor actividad en Paso de Cortés se encontraron con sorpresivas fumarolas del volcán
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La fe católica y la naturaleza del Popocatépetl se encontraron este domingo con dos explosiones que enmarcaron el paso de peregrinos poblanos por Paso de Cortés y rumbo a la Basílica de Guadalupe, como parte de los festejos del 12 de diciembre.

La salida de material desde el cráter interrumpió los desayunos que centenas de creyentes consumieron en paraderos a lo largo del camino y también a la altura del albergue del Parque Nacional Iztaccíhuatl - Popocatépetl.

Los ruidos y la expansión de fumarolas no espantaron sin embargo a los guadalupanos que, en algunos casos se limitaron a convencerse entre compañeros de recorrido que no pasaba nada y en otros más aprovecharon para tomar fotos y videos de recuerdo.

Tampoco frenaron la actividad de fieles que desde la noche del sábado emprendieron camino rumbo al volcán para regalar de desayuno, frutas, tacos, caldo de camarón, cemitas, café, chocolate y pan dulce como parte de agradecimientos a la Virgen de Guadalupe.

No la frena ni el volcán ni el cáncer

Micaela Hernández García, una vecina de 74 años originaria de San Pablo Xochimehuacán, no la detuvo ni el volcán ni el cáncer de ojo de su esposo Roberto que el próximo jueves lo llevará a una cirugía en la Ciudad de México.

Su nieto Roberto, relató, le prometió a la Guadalupana que por un lustro regalaría desayunos a los peregrinos que atraviesan Paso de Cortés si le concedía la posibilidad de convertirse en trailero.

En éste, el segundo año de la manda, repartieron 4 mil piezas de pan y tres ollas grandes de café con leche que se alistaron en la cocina de Micaela, pese a las tristezas y preocupaciones que carga, pues asegura que la virgen está con ella.

"Ayer estaba yo lavando mis trastes y de pronto escuché una música muy bonita, pero muy bonita, en eso, como a los 10 minutos, me viene un aroma, no le encuentro qué flores o ese aroma de dónde vino.

"Tengo una imagen de nuestra señora santísima, de mosaico, allá en mi cocina, mirando a la calle. Entonces dije ¿Eres tú mama? Y ya ve, aquí estoy, no estoy cansada, estamos desde toda la noche despiertos", contó.

Saca fuerzas pese a la edad

En el caso de Jorge Estrada Ochoa, las limitantes para caminar de la capital poblana a la Basílica de Guadalupe no vinieron ni de la actividad volcánica, ni de los 69 años con los que hizo el recorrido.

La de hoy, explicó apenas salió de Santiago Xalitzintla, será la peregrinación número 30 y la última de su vida, pues a su edad ya le resulta cansado llegar al punto más alto de Paso de Cortés.

Su primera experiencia, recordó, fue en 1960 y a pesar de que en los recorridos guadalupanos ya hasta perdió un familiar que se accidentó, la Virgen de Guadalupe le motiva a pedir protección.

"Ahora sí que la primera fue por gusto y ya después por problemas, han sido mucho milagros, me ha dado salud y todo, trabajo", comentó.

Mueve la virgen a Xalitzintla

Aunque en el recorrido de los peregrinos rumbo a la Basílica de Guadalupe muchos de los alimentos se regalan como parte de mandas, la Virgen de Guadalupe también hace que se active la economía de la población más cercana al volcán: Santiago Xalitzintla.

En contraste con la actividad del resto del año en que luce como una comunidad sin movimiento, este fin de semana vivieron despiertos los días enteros con venta tanto de comida, como de prendas de vestir.

"Es importante porque llega mucha gente y consume lo que vendemos, sabe uno y se prepara para que ese día que llegan tengamos comida, café, para la venta de la noche", dijo Lizbeth Agustín Inclán quien se pasó la madrugada de hoy preparando tacos de guisado.

En la comunidad hay por otro lado quien saca apenas lo de los costos de sus productos y algo para algún gusto, pues reconoce que los peregrinos son personas que requieren apoyos en el camino.

En su caso Florencio Deolarte Caro de 65 años puso a la venta piezas de pan dulce de a cuatro pesos, café de a tres y abrió el baño de su casa a cambio de cooperaciones de cinco pesos.

"Aunque hace uno negocito nomás es para cobrar lo que es, ahora sí que uno por desvelarse, que quede para el refresco, pero que le gane uno, no, es para ayudar en algo", comentó.

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